7. El cuento en Latinoamérica

«He dicho Escuela del Sur; porque en realidad, nuestro norte es el Sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. La punta de América, desde ahora, prolongándose, señala insistentemente el Sur, nuestro norte.” Joaquín Torres García. Universalismo Constructivo, 1941.

El largo periodo colonial impuso el castellano sobre regiones en las que se hablaban (y se hablan aún hoy) cientos de idiomas originarios, con sus propias literaturas y tradiciones orales. En cada uno de los países que se formaron después de las guerras de independencia hace 200 años, el español americano fue adquiriendo acentos y expresiones locales que recogían las tradiciones autóctonas y le daban características especiales. Sin embargo, durante el primer siglo de vida independiente, fuimos una especie de «hispanohablantes de segunda»; siempre vigilados por la ortodoxia española que, a través del lenguaje y su Real Academia, continuaba el colonialismo en el ámbito cultural. Ricardo Palma, en el Perú, fue uno de los primeros escritores que reivindicó nuestras múltiples formas de hablar y escribir español como legítimas, autónomas y con pleno derecho, es decir, no subordinadas a la de la metrópoli. A partir de entonces (la época del modernismo), nuestras literaturas aprenderían a andar solas.

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Horacio Quiroga (Uruguay, 1878-1937)

Horacio Quiroga

Horacio Quiroga

Aún dentro de la corriente vigente a fines del siglo XIX y principios del XX, el modernismo, Horacio Quiroga desarrolló una obra que podemos considerar fundadora para el género cuentístico latinoamericano. Fuertemente influenciado por Edgar A. Poe, y tomando como fuente su propia vida de aventuras y asediada por la tragedia, escribió cuentos que pueden ser incluidos entre los clásicos de suspenso. Ha pasado a la historia no solo como constructor de nuestra visión de la selva y de las penurias de los expedicionarios y trabajadores de las inhóspitas florestas que cubren las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay, sino también por la visión del horror en sus Cuentos de amor, de locura y de muerte, como es el caso de «El almohadón de plumas».

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Jorge Luis Borges (Argentina, 1899-1986)

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges

Durante las primeras décadas del siglo XX, Europa fue centro de la experimentación artística en todos los ámbitos. Esa época de vanguardias o «ismos» (futurismo, surrealismo, creacionismo, dadaísmo, ultraísmo, etc.) cambió la fisonomía de la literatura, la poesía, la pintura y la música. Ahí estuvo el argentino Jorge Luis Borges, que traería a América ese impulso creador. Poeta vanguardista, más adelante fue escritor de cuentos fantásticos con un componente ensayístico impresionante y su obra constituye un portentoso universo de lo imposible. Uno de sus más famosos relatos, «El Aleph» es hoy referencia para cualquiera que desee abordar el género fantástico. Cabe recordar que Borges, que no escribió novelas, consideraba que «el cuento es un género más antiguo que la novela y quizás pueda outlive, quizás pueda vivir más allá de la novela».

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Edmundo Valadés (México, 1915-1994)

Edmundo Valadés

Edmundo Valadés

La Revolución Mexicana, primera revolución social del siglo XX, generó una nueva narrativa (la «novela de la Revolución Mexicana) que contaba la tragedia de ese periodo violento de la historia, pero fueron autores posteriores como Juan Rulfo, Juan José Arreola y Edmundo Valadés, los que alcanzaron madurez mediante una literatura que profundizaba en los contrastes sociales de un país refundado «a medias». Valadés ha sido uno de los más destacados representantes del género corto, a cuya difusión dedicó su vida desde la famosa revista El cuento, publicando a autores poco conocidos, traduciendo los de otras lenguas e innovando con géneros como la minificción. Su cuento «La muerte tiene permiso», publicado en 1955, es ya un clásico del género donde destaca la economía de recursos de intriga y de personajes, y el final sorpresivo.

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Clarice Lispector (Brasil, 1920-1977)

Clarice Lispector

Clarice Lispector

Si bien la literatura brasileña tiene un proceso autónomo con respecto al resto de América Latina, hay factores comunes por la experiencia colonial y hay un fuerte acercamiento con los países hispanohablantes durante la época de las vanguardias, pues varias de las más destacadas proceden de Brasil. La obra de Clarice Lispector resalta entre los escritores de su generación por el énfasis que pone en la descripción de sensaciones. La familia de esta autora, de origen judío, emigró de Ucrania a Brasil cuando ella tenía apenas meses de edad. A pesar de haber fallecido a los 56 años, víctima de cáncer, alcanzó un gran reconocimiento en vida.

Las lecturas:

  • Horacio Quiroga, «El almohadón de plumas». BlogPDF.
  • Jorge Luis Borges, «El Aleph». BLOGPDF.
  • Edmundo Valadés, «La muerte tiene permiso». BlogPDF.
  • Clarice Lispector, «Amor». BlogPDF.

Otras lecturas (opcionales) de estos autores en nuestra biblioteca:

  • Horacio Quiroga, «A la deriva». BlogPDF.
  • Jorge Luis Borges, «Funes el memorioso». BlogPDF.
  • Juan Rulfo, «¡Diles que no me maten!». BlogPDF.
  • Juan Rulfo, «El llano en llamas». BlogPDF.
  • Clarice Lispector, «El primer beso». BlogPDF.

13 Respuestas a “7. El cuento en Latinoamérica

  1. Carolina Lastarria dice:

    En el Almohadón de plumas, la historia comienza como un relato de la vida de Alicia, una vida vacía que solo se trataba de ella y Jordan. Pero luego da un vuelco hacia una extraña condición que obligó a Alicia a estar inmovilidad, fue muy difícil imaginar que la causa sería un ser viviente en su almohada.
    En La muerte tiene permiso, la lectura es un poco confusa desde principio a fin, se entiende que es una asamblea donde se discuten diversos temas entre hombres trabajadores cuyo desenlace es un votación final para matar al presidente municipal que finaliza con la aprobación de los miembros.
    En el cuanto Amor, se ve como Ana esta conforme con la vida que tiene donde se opaca cualquier signo de felicidad o evento fuera de la rutina, hasta que el ver a un hombre ciego desata esa conformidad que tenia y comienza a ver las cosas en un jardín de otra manera

  2. Melissa Salazar dice:

    Me llamó la atención que de los cuatro cuentos latinoamericanos presentados, tres de ellos incluyan el tema de la muerte y uno de ellos el del amor. Son de los temas más importantes que se pueden encontrar en las historias latinoamericanas y considero que tras haber analizado en sesiones pasadas historias de otros países, podemos contrastar ahora con estas la importancia de la muerte y amor en nuestra cultura. Por otro lado, comparando las historias de otros países, se puede decir que las latinoamericanas son ligeras de leer y en algunas de ellas (como en «La muerte tiene permiso») se juega mucho con el lenguaje y situaciones cotidianas.

  3. veronica bardales dice:

    “La muerte tiene permiso” :
    Este cuento es muy interesante ya que no es un cuento simplemente, sino que expresa la realidad de lo que ocurrió incluso en nuestro país y en otros lugares cuando los campesinos eran sometidos a los feudos.
    Me hace pensar también, en que aún existen pueblos donde la justicia no llega.

  4. Alejandro Merino dice:

    Me gustó el Aleph. Me dejó con la intriga de saber un poco más sobre Beatriz, pero el nivel de descripción del entorno y de lo que pensaba lo compensaba. La muerte tiene permiso me pareció que se asemejaba un poco a algunos aspectos de la sociedad peruana, cuando las sociedades toman la fuerza por su mano. Me gustó porque era una forma de escribir «criolla» por así decirlo. El almohadón de plumas también me gustó porque te dejaba con la intriga de porqué se había muerto, mientras que Amor fue el que menos me gustó porque era el más confuso ya que era un lleno de lamentos y depresión.

  5. Hajime Kohatsu dice:

    Dos cuentos, el Aleph y el Almohadón de Plumas, ya los había leído. Interesantes, el almohadón hace que uno se preocupe cada vez que uno va a dormir… mientras que en el Aleph sigo pensando que drogaron al protagonista (que dicho sea de paso, me parece que tiene un carácter muy resentido)

    La muerte tiene permiso, me pareció que es un acercamiento a una realidad diferente a la que nosotros vivimos. Tal vez se toma la justicia por las manos, en ocaciones, mas nunca había escuchado que se aprobara por funacionarios públicos. Sobre todo, es interesante que fuese aprobado el asesinato, así sin más

    Amor habla de esta mujer que vivía de manera conformista, aceptando todo lo que le sucedía, hasta que este evento con el ciego la hace «abrir los ojos» a los sentimientos reprimidos que tenía. No sé si lo entendí bien, pero más que amor, me parecía que era un «despertar» para ella.

  6. Valeria dice:

    Horacio Quiroga, “El almohadón de plumas”, es una obra que me mantuvo en suspenso porque Alicia tenia anemia y cada dia empeoraba y su esposo no sabia que hacer ya que ni los doctores le daban una respuesta, tan así es que después Alicia murió y me sorprendió mucho que el problema se encontraba en su almohada y era un animal horrible que estaba entre las plumas.
    Clarice Lispector, “Amor”,fue un tanto difícil comprender por la cantidad de detalles que en verdad mas me confundía tanto el en lugar y las situación que acontecía, partes como cuando veía al ciego y se cayeron sus compras y los huevos, luego en su casa, sus hijos y su esposo, etc me resulto complicado.

  7. Miguel Angel Quispe Ayuque dice:

    En “El almohadón de plumas” es interesante como un organismo es capaz de dejar sin vida a una persona sin que ella se diese cuenta . Sus familiares le habían dado otro tipo de explicaciones como la leucemia que explicaban su estado de salud. La descripción de los hechos y del entorno es muy profunda . En «Funes el memorioso» , el hecho de que el autor cuente la historia en primera persona hace que parezca creíble que un hombre es capaz de tales cualidades. Tener tal capacidad creo que es como una enfermedad ya que es imposible realizar abstracciones y generalizaciones lo que impediría proyectarse al futuro .

  8. Carlos Raico dice:

    El primer cuento me pareció realmente interesante, no sé si es mucha ficción o en realidad es que existen esos tipos de bichitos de las aves. El segundo es un cuento en donde la descripción de el Alehp : » el punto en donde se unen los demás puntos del universo» , me hizo pensar y relacionarlo con la teoría de cuerdas, es algo sobre física. Increíble la forma en cómo a través de un pequeño objeto se puede ver la infinidad del universo. El tercer cuento fue el más genial que he leído hasta ahora en todo el curso. Fue graciosísimo la forma en como termino. Me parece también que la forma en cómo tomar justicia es a la vez correcta e incorrecta .

  9. Aracely Mosquera dice:

    Me llamó mucho la atención «El Aleph», en definitiva es una lectura de difícil comprensión, por lo que tuve que leerla dos veces para poder entenderla. Me pareció extraño que a pesar de que el protagonista vió el aleph en el sótano, al final de la historia el personaje-narrador niega la autenticidad del mismo. Lo que nos podría hacer pensar acerca de la postura de los seres humanos ante la «eternidad» . Por otro lado «El almohadón de plumas» me sorprendió con el final, a mi parecer, combina un poco de suspenso con terror.

  10. Karla dice:

    Veo en estos cuentos se hace un enfoque bastante profundo de la psicología de los personajes. Me parece que esto a diferencia de otros cuentos, lleva a la al lector aún más cerca de poder imaginar un personaje mucho más completo, inclusive se podría hasta llegar a imaginar el lenguaje corporal. En este caso, el cuento que me quedó grabado fue «El almohadón» de plumas, porque quién no tiene algo de plumas ahora, solo podía imaginar que entre mis cosas había algo de plumas que podría tener el bicho chupasangre. El cuento «La muerte tiene permiso» me sorprendió por el final, la verdad no esperaba la resolución de matar al Presidente, aunque ya lo habían matado, pero al menos la resolución dio un sentimiento ya de justicia a todos.

  11. Claudia Vega dice:

    En «el almohadón de plumas» se relata la vida de un matrimonio reciente , con ciertos problemas, los cuales empeoran cuando Alicia enferma y no se sabe la causa. Al final se concluye que su muerte se debió a un extraño animal.
    En «La Muerte tiene permiso» me llamó la atención el desenlace del relato y el inesperado final ya que la población al no verse escuchada por las autoridades quizo tomar justicia por sus propias manos.
    En «El Amor» se aprecia la vida tranquila que llevaba Ana hasta que un encuentro imprevisto con un ciego le cambia su día

  12. Lucero Gaitán dice:

    Fue interesante leer cuatro cuentos con temáticas diferentes. El Aleph, aunque cautivante, me resultó de muy difícil comprensión. La casi religiosidad con la que describe la relación del personaje principal con Beatriz y las acciones que realiza después de su muerte me parece extraordinario. Respecto a los demás cuentos, había leído El Almohadón de Plumas con anterioridad y me resultó espeluznante como desenmascara el misterio detrás de la enfermedad de la personaje principal. También me llamó mucho la atencióm el de La muerte tiene permiso. Reí a carcajadas con el final, pero me pareció muy real respecto a su temática.

  13. Maricielo Garay dice:

    Estos cuentos han sido de mis favoritos, todos con una característica única. Aunque El Aleph definitivamente es un cuento muy difícil de comprender, y creo que tiene un sentido más filosófico que literal, es una obra maestra que siempre he querido leer (luego de que leí El Túnel de Borges también) pero nunca tuve la oportunidad hasta ahora. Me pareció un poco confuso sí, pero interesante y diferente a los demás ya que no sigue el mismo estilo narrativo.
    El almohadón de plumas también fue muy interesante, sobre todo al final, en donde se sintió que era más un cuento de horror en vez de una historia de amor o un drama, como lo parecía al principio. Por otro lado, Amor fue mi favorito sobre todos. Me encantó la narración y la historia en sí porque se sentía muy real, como la trama de una película independiente en donde se muestra a las personas tal y como son sin necesidad de llegar a un desenlace en especial. Mientras que La muerte tiene permiso me pareció un cuento muy entretenido, en donde se resaltaba el lenguaje bastante coloquial que se utilizaba en las conversaciones. En general, todos los cuentos fueron bastante buenos, lo cual demuestra la excelente calidad de escritores que florecieron en América Latina.