Andrés Rojas Izaguirre, “Día domingo” de Mario Vargas Llosa

El autor de este fantástico cuento es Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, más conocido como Mario Vargas Llosa, quien es un famoso escritor peruano de cuentos, novelas literarias, ensayos y obras teatrales. Al comienzo de su vida profesional empieza escribiendo cuentos como este, para más adelante escribir y desarrollar novelas que lo han llevado al pico más alto de su carrera y gracias a su trabajo ha cosechado numerosos premios nacionales e internacionales, entre los que destacan el Príncipe de Asturias de las Letras y su mayor premio, el Nobel de Literatura, conseguido en 2010.

Este cuento pertenece a la primera etapa de la vida de Mario Vargas Llosa como escritor. A través de este cuento podemos apreciar características que son propias y definen a Vargas Llosa como un gran escritor. Es uno de los seis cuentos que forman el libro Los jefes, escrito entre 1953 y 1957 y publicado en 1959. El autor, por esa época tenía tan solo 22 años.

Este cuento nos narra especialmente la disputa de dos jóvenes miraflorinos, Miguel y Rubén por conseguir el amor de una muchacha, Flora, teniendo como protagonista a Miguel, quien al comienzo de la historia vence su timidez y declara su amor a Flora. Pero ella no quiere dar una respuesta apresurada y pide que le dé tiempo para pensar y tomar una decisión. Después de esto Miguel recuerda que había escuchado que Flora iba a ir esa misma tarde a casa de su amiga Martha, quien quería ayudar a Rubén a pasar tiempo con Flora. Esto genera mucho fastidio en Miguel, quien se decide a evitar eso a toda costa y se decide ir en busca de Rubén. Lo encuentra en un bar junto con sus amigos. Para evitar que vaya al encuentro con Flora, Miguel desafía a Rubén a someterse a pruebas de resistencia al alcohol, Rubén acepta el reto y al final de esta prueba no hay un consenso sobre quién ganó. Rubén, al caer en las provocaciones de Miguel, lo reta a nadar en la playa hasta la reventazón, esto es una prueba difícil por ser invierno y de noche, sumado a que no se encontraban en buenas condiciones por haber tomado tanta cerveza. Miguel titubea, más aún al saber que su oponente era un buen nadador, pero acepta cuando Rubén le promete que si logra vencerlo, ya no se le declararía a Flora. Ya realizando la prueba Rubén sufre un calambre y en su temor a morir, pide a Miguel que lo ayude. Miguel lo ayuda hasta que se le pasa el calambre y a llegar a la orilla. Rubén reconoce el triunfo de Miguel alegando que fue por poco y pidiendo en secreto a Miguel que no cuente lo sucedido. Miguel acepta y está muy contento porque piensa que pronto se correría la noticia y Flora se enteraría de su gran hazaña.

Este cuento es algo extenso, pero no se hace notar porque mantiene el interés del lector de inicio a fin. El lenguaje presente en el cuento es sencillo y coloquial, lo que hace fácil su entendimiento. Otra característica muy visible en el cuento es que es muy realista, no hay un gran uso de la imaginación. Hace pensar que el escritor fue parte de esta vivencia, por no decir que fácil él fue Miguel cuando era adolescente. Esta lectura llamó mucho mi atención, me sentí identificado porque a esa edad hay siempre alguien que te gusta y deseas llamar su atención de cualquier modo. También quedan manifiestos sentimientos propios de esa edad, tales como pelearse por el amor de una muchacha, competencia, orgullo y la irresponsabilidad de no medir las consecuencias de sus actos.

Me gustó mucho esté cuento, motivo por el cuál he escogido para hablar más sobre él en este trabajo. Me sentí identificado, no he hecho lo que ha hecho el personaje principal, pero he intentado también llamar la atención de una chica. También me agradó la acción de Miguel al ayudar a Rubén, ya que a pesar de que son rivales en algo, eso no quita que sigan siendo amigos y compañeros.

Por último, recomiendo leer este cuento ya que es muy entretenido y a lo largo de la lectura te robará más de una sonrisa y hará que tengas recuerdos de anécdotas parecidas o diferentes pero con el mismo fin.