Nasry Bendeck, “‘Un día de estos’ de García Márquez”

Nasry Bendeck, “‘Un día de estos’ de García Márquez”

El cuento corto del colombiano relata una escena bastante sencilla y directa, y simultáneamente carga un trasfondo profundo y lleno de alusiones políticas. Primero, es de suma importancia comprender la situación en que se encontraba Colombia en el momento en que el autor publicó el cuento. Hay dos décadas en Colombia (entre 1946 y 1966) a las que se les denomina como “La violencia”. Un partido autoritario gobernaba el país bajo una extrema dictadura desde las elecciones de 1946 (en la cual ganó el partido conservador), y cuando se aproximaban las siguientes elecciones, el candidato del partido liberal fue asesinado en Bogotá. A partir de ese asesinato, se desencadenó una serie de actos violentos desenfrenados entre ambos bandos (entre el gobierno autoritario y el pueblo), por años. El libro de cuentos en el cual “Un día de estos” se encontraba se publicó en 1962, cuatro años antes del fin de “La violencia”.

A simple vista, “Un día de estos” trata sobre un dentista valiente que le arranca la muela al alcalde de la ciudad sin anestesia. En cuanto a la forma en que se desarrolla el cuento, el autor usa un lenguaje sencillo y bastantes diálogos (esto último le da mayor intimidad a la conversación entre los personajes). Sin embargo, lo más relevante del cuento son sus alusiones, metáforas y símbolos de la situación política colombiana.

Primero nos enfocaremos en el análisis de los dos personajes principales: don Aurelio Escovar y el alcalde. Debemos comprender que el dentista representa a la clase obrera del país. Vemos desde el primer párrafo como el autor presenta al dentista como un personaje humilde pero trabajador: “Don Aurelio Escovar, dentista sin título y buen madrugador…”. La idea de que no tenga un título profesional resalta su humildad (falta de recursos), pero al referirse a él como “don” se entiende que es una persona muy respetada y, además, el detalle de que se despierta temprano es muy característico de los obreros (de cualquier país) y de cualquier persona luchadora. Adicionalmente, su vestimenta también enfatiza su posición económica: “camisa a rayas, sin cuello…”. En el otro lado de la moneda, está el alcalde. De éste último el lector no recibe mucha ayuda visual; sin embargo, logramos descifrar su naturaleza autoritaria a través de su comportamiento: obliga al dentista a sacarle la muela, no le hizo caso al dentista cuando le dijo que “(…) haga buches de agua de sal” y, además, en la última línea el alcalde dice explícitamente que él y el municipio son “la misma vaina”. Aparte, aunque García Márquez lo presente como “el alcalde”, el dentista nunca lo llama por ese cargo, sino que le dice “teniente”. En fin, esto es todo lo que el autor realmente quiere enfatizar sobre el alcalde: es la viva imagen del autoritarismo.

A continuación exploraremos el verdadero significado del cuento: la alusión a la política: Antes de que el alcalde llegue, el autor relata que don Aurelio Escovar vio por la ventana a “dos gallinazos pensativos”. A primera vista, el gallinazo es un animal que en la mayoría de la literatura representa la muerte. Además, en la siguiente línea, García Márquez escribe que el dentista no se podía quitar la idea de la cabeza de que “antes del almuerzo volvería a llover”. Y el alcalde llega al rato. Este juego de palabras sugiere que el alcalde es como el gallinazo que acecha al pueblo, llevando consigo la muerte, y la parte de la lluvia representa que el dentista siente que algo malo pasará, y se refería a la llegada del alcalde (el gallinazo) a su casa. Este párrafo representa la constante amenaza de muerte con la que se vivía en Colombia durante las décadas de “La violencia”.

Luego, el párrafo en que el autor describe cómo el dentista opera sobre el alcalde está muy cargado de significado también. El comentario del dentista es muy fuerte: “Aquí nos paga veinte muertos, teniente”. El dentista se desquita ligeramente con el alcalde, y reclama los asesinatos. Un poco más adelante, el dentista continúa: “Séquese las lagrimas” dice secamente. El dentista no cree que la muela merezca lágrimas, si esta misma persona tenía sus manos empapadas en sangre ajena.

Después de la operación, el dentista ve una telaraña con su respectiva araña e insectos atrapados en el “cielorraso desfondado”. La metáfora es evidente: la araña es el alcalde (teniente), la telaraña su mandato autoritario, los “insectos muertos” las víctimas (el pueblo) y el cielorraso quebrantado es, lastimosamente, Colombia. Esta metáfora engloba todo el significado del cuento y describe perfectamente la situación política en la cual se encontraba el país de Gabriel García Márquez.

Por último, vale recalcar la interpretación del título: es como una advertencia del pueblo al alcalde o una premonición de que su mandato tan vil estaba al borde del declive. El dentista, que sabemos posee una revolver y toda la amargura del país en ese momento, al quitarle la muela al teniente, le está hablando silenciosamente de parte del pueblo y dice: hoy no pude, pero vas a ver un día de estos