Medardo Castro Pérez, Zeín Zorrilla, “Inundaciones”

Resumen
Hernán Medina, un joven ingeniero trabajador en la mina “El Pilar”, lucha contra las adversidades por mantener la operación diaria y poder asegurar una fuente de trabajo para los obreros y sus familias. Robles, un viejo tornero convertido ahora en jefe de maestranzas, es quien, fiel a la empresa que lo acogió, se encarga de solucionar los problemas técnicos propios de la operación. Juntos tratan de sacar adelante la empresa a pesar de la demora en los pagos, renuncia de varios trabajadores y poco interés de la gerencia. Tras el hundimiento de la mina ambos deciden viajar a Lima para concertar una cita con la señora que es dueña de la empresa, sin embargo se dan con la desilusión de que ella no tiene el más mínimo interés de saber de ellos, pues encuentran que ella ofrece una cena celebrando la indemnización que recibe del seguro por el hundimiento de la mina.

Crítica
Zeín Zorrilla, autor peruano nacido en Huancavelica el año 1951, publicó principalmente ficción en los años 70, Zorrilla centra su atención en la sierra central. Nos muestra la transformación social que se vive por estos lugares a través de este cuento leído en el taller, “Inundaciones”, la realidad de los trabajadores mineros en provincias; vemos la desigualdad que se vive en comparación a Lima incluso hasta el día de hoy, hay un enorme grado de desigualdad en la distribución de riquezas que nos lleva a la reflexión en este texto.

Del cuento me gustaría mencionar en primer lugar a Hernán Medina, un joven luchador, capaz de trabajar en condiciones de dificultad, con mucho ímpetu, responsabilidad social y esmero, nos retrata el autor a una persona luchadora, un líder responsable, que sabe que existe algo más allá de su propio bienestar, que es el de su gente en general, una persona a admirar. En segundo lugar Robles, un tipo trabajador, leal, capaz, uno de esos trabajadores que se ponen la camiseta hasta el final, de la misma manera preocupado por su gente.

Son dos tipos que luchan contra el desinterés de los dueños, cuyo objetivo se ve es puramente lucrativo, además en contra de la nueva mina Orión, de capital extranjero, con mayor organización, capaz de captar a los mejores empleados de otros empresas para su mina logrando de esta manera maximizar la eficiencia de las mismas. Pues bien son dos personas tipo que trabajan por mantener la operación que garantice el empleo de mucha gente residente del lugar que tiene en esa mina la fuente de ingreso para sus familias; esto es parte de la realidad que se vive en estas zonas alejadas de la capital. Tenemos pues la realidad del minero peruano, cuya trabajo se realiza de esta manera, teniéndose solo ellos mismos como única compañía, como única fuerza, creando lazos bastante fuertes, siempre dispuestos a relajarse con alguna bebida, alejados de su familia. Se observa en este punto que no se presta atención a esta gente, que sin una mejor organización y sin el apoyo necesario no pueden hacer frente a la competencia que viene con mayor capital y mejor organización. A pesar de la figura de líderes que podemos encontrar en Hernán y Robles, mucho no se puede hacer.

Creo que la intención del autor fue hacernos notar esto, que hay mucha gente capaz de ser muy eficiente aún con poco pero que sin embargo tampoco pueden ir más allá de ello, se necesita del esfuerzo conjunto para poder sacar adelante las riquezas que se tienen, favoreciendo al conjunto, preocupándose por su gente. El autor me deja maravillado con este cuento, el cual nos invita a reflexionar en nuestra labor como profesionales.