Javier Liu, «Ciencia ficción»

Durante el semestre hemos abordado diferentes autores y géneros que me han permitido explorar diferentes corrientes literarias. Hemos leído desde el naturalismo hasta los cuentos contemporáneos peruanos, revisando una gran diversidad. En mi opinión, los cuentos de ciencia ficción han sido los que más me han interesado entre los diferentes géneros que hemos leído, debido a la gran diversidad que esta misma puede incluir. Por ejemplo, dentro de los cuentos que hemos leído se puede diferenciar el cuento “Persistencia” de José B. Adolph con respecto a “El expreso del futuro” de Julio Verne; en el primero el autor nos ubica en 1492, desde la perspectiva de Cristóbal Colón, mientras que el segundo nos deja perplejos con una idea cercana a nuestro presente.

La gran variedad que existe en la ciencia ficción es una de las razones por la que este ha sido mi género favorito. Dentro de un contexto futurista o fantástico nos encontramos con temas que son vigentes en el día a día. Por ejemplo, en “Un paraíso extraño” de Philip K. Dick se observa cómo el ser humano puede estar atado a impulsos animales como la lujuria. Como lo señala la lectura, esta es una de las razones por la que los humanos aún se encuentran limitados para lograr su máximo potencial, como es la inmortalidad.

Una segunda razón por la que me atrae la ciencia ficción es el tema de la tecnología y cómo muchos autores utilizan este argumento para señalar que nuestros avances tecnológicos pueden ser perjudiciales para nosotros. En “Sueños de robot” de Isaac Asimov nos encontramos con este argumento: un robot con inteligencia artificial que comienza a soñar con una rebelión en contra de los humanos, ya que los robots se veían obligados a obedecer. Otra manera de utilizar el tema de la tecnología se observa en el cuento “Un expreso del futuro”, donde Julio Verne nos muestra una idea que se asemeja mucho a la realidad actual. De esta manera, la ciencia ficción puede ser utilizada para darle vida a las más alocadas teorías o inventos que se le pueden ocurrir al autor, siendo limitado solo por su propia imaginación.

Una tercera razón se centra en el uso de vida alienígena para crear los cuentos. Esto se presenta en tres obras leídas: “Los poseídos” (Arthur C. Clarke), “Un extraño paraíso” y “El primer peruano en el espacio” (Daniel Salvo). Quizá sea mi fanatismo por la posibilidad de responder a una de las preguntas más antiguas de la existencia humana: ¿estamos solos en el universo? El hecho de que el universo sea infinito nos da muchas esperanzas, pero por ahora en los únicos lugares en los que podemos encontrarnos con un ser de otro mundo son los libros y en las películas.

Finalmente, la más grande razón para disfrutar ciencia ficción se encuentra en las infinitas situaciones y contextos en los que se puede situar una historia. Por ejemplo, en “Persistencia” al saber que es un cuento de ciencia ficción, pareciera estar situado en un viaje intergaláctico. Sin embargo, en la última línea nos lleva a un contexto poco imaginado en donde el narrador es finalmente Cristóbal Colón. Quizá una situación inesperada para lo que uno se imagina cuando piensa en ciencia ficción. Y luego tenemos la situación contraria como en “Viaje Séptimo” de Stanislaw Lem, en donde se utiliza una teoría científica para dar sustento a los diferentes hechos que se están dando en el cuento.

Es por estas razones que, para mí, los cuentos de ciencia ficción leídos durante el semestre han sido los más cautivantes e interesantes. Una vez más, la gran diversidad que puede existir dentro de este género me impresionó y sería esto junto al hecho de que existan infinitas situaciones y contextos lo que me impacta con mayor fuerza.

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