Paul Ernesto Nestares, Mario Vargas Llosa

Al empezar la tarea de escribir acerca de la literatura, en este caso a lo relacionado con los cuentos, es inevitable que en la condición de peruano amante de la buena lectura, el primer nombre que se presente sea el de Jorge Mario Vargas Llosa. Este autor que es considerado uno de los máximos exponentes de la literatura en idioma castellano, ganador de innumerables premios entre ellos el más importante, el Premio Nobel de literatura en el año 2010, no es solo un representante de las letras peruanas, latinoamericanas, sino mundiales. Pero, debido a que la cultura, como otros aspectos de la vida, tiene mucho de subjetivo, hay algunas personas que no están de acuerdo con elogiar tanto a este autor, también existen muchísimas personas que encuentran razones suficientes para elogiar su obra y admirar su trayectoria, algunas de estas razones se presentan a continuación.

En primer lugar, se debe tener en cuenta que el Premio Nobel de literatura no se entrega como un galardón por la publicación de una única obra, por el contrario este premio es el reconocimiento a toda la trayectoria de un escritor que ha logrado destacar con obras importantes y significativas. Este es el caso de Mario Vargas Llosa, que es un autor que ha estado entre los candidatos favoritos a llevarse el Nobel durante muchos años consecutivos, que durante casi cincuenta años en el mundo de la literatura ha estado siempre vigente y ha mostrado una evolución constante en su obra. Este reconocimiento no solo se refleja en el Nobel sino también en innumerables galardones que le fueron otorgados durante su larga trayectoria, y hasta un título nobiliario ha recibido por parte del rey de España.

El hecho de que el autor tenga doble nacionalidad, la peruana y la española, ha sido motivo de muchas críticas de personas que sienten que Vargas Llosa no expresa orgullo de ser peruano. Pero nada puede estar más alejado de la realidad y esto se puede comprobar cuando se analizan las historias de la gran mayoría de sus obras, en la que las experiencias de niñez y juventud en el Perú son el centro a partir del cual se desarrollan grandes relatos, como lo ha reconocido muchas veces el autor. Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en el cuento titulado «Día domingo», donde se relata la historia de un grupo de amigos miraflorinos que a pesar de tener algunas rivalidades propias de la edad, como el amor de una muchacha, demuestran la pureza de las relaciones de amistad y respeto. Este es un cuento muy interesante, que captura al lector con su forma simple y entretenida de narrar los hechos. Pero sin duda la demostración más importante del cariño que el autor siente por el país donde nació fueron las líneas de agradecimiento en su discurso luego de recibir el Premio Nobel “… Al Perú lo llevo en las entrañas porque en él nací, crecí, me formé y viví aquellas experiencias que modelaron mi personalidad, fraguaron mi vocación, y porque allí amé, odié, sufrí y soñé…” palabras que demuestran la fuerte conexión que mantiene con sus orígenes.

Una de las características más importantes en la obra de Vargas Llosa, que incluye una gran cantidad de noveles, cuentos, ensayos y artículos periodísticos, que tal vez ha sido uno de los factores que le permitieron entrar a mercados de muchas partes del mundo, es que presenta una obra universal, a pesar de basar muchas de sus historias en experiencias dentro de su país de origen, el autor busca generar una literatura que sea fácilmente comprensible por cualquier persona del mundo. Alejadas de lo folklórico, de lo autóctono, las historias de Vargas Llosa están dirigidas a un lector global, que hace que las personas que lean su obra no se sientan extraños en un ambiente étnico y desconocido. Esta característica, sumada a sus vastas cualidades literarias, han hecho de este autor uno de los más reconocidos a nivel mundial.

Estas son solo algunas de las razones para elogiar y sentirse orgulloso de un escritor tan importante, que como todo ser humano, ha cometido aciertos y desaciertos en los ámbitos donde ha estado presente como la literatura o la política. Pero que ha demostrado con una gran trayectoria, merecer respeto y admiración.