“Un extraño paraíso” de Phillip K. Dick, por Daniel Antonio del Campo Oré

Elegí el cuento “Un extraño paraíso” de Phillip K. Dick porque me parece una historia interesante de ficción que trata sobre la existencia de los dioses y otras civilizaciones, temas sobre los cuales no se tiene una explicación incuestionable en la actualidad. Estos temas dan pie a una gran cantidad de posibilidades y especulaciones sobre la real existencia de dioses y civilizaciones. El autor presenta, en base a la ciencia ficción, un planteamiento bastante atractivo que permite analizar posibilidades sobre nuestro universo a través de su imaginación.

Dentro de los temas tratados en el cuento corto “Un extraño paraíso”, hay dos que me parecieron especialmente interesantes:

1. La interpretación de que en realidad los dioses adorados no son criaturas divinas, tan solo seres con millones de años de evolución más que la humanidad.

La mujer, un ser más evolucionado, revela a los protagonistas que su raza ha visitado la Tierra a través de todo el transcurso de su historia y ha servido como inspiración para los antiguos dioses y deidades. Esto implica que en realidad las religiones basadas en criaturas divinas y sobrenaturales únicamente tratan de razas más evolucionadas. Lo que las personas están asociando con magia o lo divino es probablemente la evolución y una ciencia más avanzada, quitando la idealización de que existen poderes divinos y asentando que todo se debe al desarrollo de la evolución.

Esta interpretación deja cabos sueltos sobre la creación del universo, pero sí da a entender que la adoración de dioses propuesta en las religiones está cimentada sobre falsos ideales, “el llamar como divino a lo que no es entendido”.

Su raza avanza por un sendero muy extraño. Quizá nos fuera útil estudiarles, algún día”. Esta frase da entender que la raza evolucionada mira a la humanidad como una especie interesante para observar, monitoreando su comportamiento y tratando de entender su forma de interactuar. Actúan como si fueran un ente externo que vigila los movimientos de la humanidad, algo así como los dioses que miran desde el cielo lo que ocurre en la Tierra, pero no intervienen directamente en las actividades que realizan los humanos (o por lo menos sin que se den cuenta en la Tierra).

2. El deseo del hombre y su transformación en un animal.

Otro tema interesante tratado en la historia es el deseo del ser humano. En la historia se presenta en el personaje de Brent, un soldado bastante terco, el cual actúa sin pensar en las repercusiones de sus actos. Por otro lado está la figura del capitán, que es más precavido y reflexivo sobre la situación de encontrarse en un lugar desconocido. El soldado Brent se podría decir que actúa de manera muy instintiva y es bastante aventurero. El no pensar de manera racional sobre los peligros y no hacer caso a las advertencias que le estaba dando la mujer de raza más evolucionada le costó la transformación. A pesar de que le habían dicho previamente que si tomaba contacto con ella se iba transformar en algo, este no le dio importancia; cegado por el deseo, optó por ir en contra de las advertencias, una predominancia de lo animal sobre lo racional. Al tener contacto con la mujer, se podría decir que Brent evolucionó de una manera acelerada hacia otra especie, en este caso un león. Se podría entender que esta evolución hacia una animal instintivo que no reflexiona y se ve cegado por sus instintos está más relacionada con un animal como un león, que con un ser reflexivo que evalúa la situación antes de tomar decisiones. Esta “evolución acelerada” hacia lo que se convirtió Brent iba más acorde con su manera de actuar: un animal irracional que actúa de manera instintiva sin reflexionar.

La mujer evolucionada dijo la siguiente frase al capitán “Es curioso lo idénticos que llegan a ser los humanos. Su raza avanza por un sendero muy extraño”… “Debe estar relacionado con su pobre nivel estético. Por lo visto, poseen una vulgaridad innata que acabará por dominarles”.

El “pobre nivel estético” se entiende como lo que la humanidad valora como atractivo o importante, la ambición y los deseos de la raza humana son desmedidos y no toman en consideración las consecuencias de sus actos. Esto se puede ver en la forma en que explotan los recursos. Lo que ocurre finalmente es que la raza humana es dominada por sus ambiciones desmedidas sin reflexión, como un animal primitivo.