El desarrollo de la literatura peruana contemporánea, apoyada sobre la extraordinaria obra que la precede, como quien mira el horizonte en hombros de gigantes, ha diversificado sus temáticas y contenidos, sus estilos y preocupaciones, a la par que crece el número de autores activos y se hacen cada vez más presentes los autores de fuera de Lima. Aunque sigue siendo un país centralista, y es Lima aún el destino al que aspira llegar un escritor, durante la última década se han multiplicado las editoriales independientes y las fundadas en otras ciudades y se organizan ferias literarias y libreras importantes en Trujillo, Huancayo, Arequipa e Iquitos, mostrando la vitalidad de las letras.
Los temas de la literatura contemporánea en el Perú son tan diversos como en cualquier otra parte del mundo. Poco a poco se ha ido abriendo espacio la literatura fantástica y de ciencia ficción; los temas policiales ocupan un lugar importante y el horror se ha hecho un lugar mientras se desarrollan los sectores libreros que apuntan a la promoción de la lectura (y a la ampliación del mercado) en niños y jóvenes a través de la literatura infantil y juvenil. Si bien la mujer ha estado siempre presente en la poesía peruana, hoy las narradoras irrumpen en un espacio tradicionalmente machista con estupendas novelas y relatos.
Los temas locales (andinos, amazónicos), herederos de la tradición indigenista abundan todavía, revivificados ante las nuevas dinámicas sociales, y se desarrollan a la par de los otros nuevos temas. Hay sin embargo, una obra que destaca en cuanto al tradicionalismo, y que si bien pertenece a la generación de los mayores, aún no ha obtenido la difusión que merece: se trata de una de las pocas muestras literarias de una cultura vigorosa en la música y la danza: la afroperuana, que ha encontrado su voz en la obra de Antonio Gálvez Ronceros, de quien esta semana leeremos un brevísimo cuento, «¡Miera!», en el que se muestra la maestría en el manejo de la oralidad y la cultura de la costa peruana afrodescendiente.
Los autores más jóvenes (hoy maduros), nacidos en la década de 1960, representan un universo amplio y diverso. Son muchos los autores de esta generación que han alcanzado notoriedad, y no han faltado antologías que traten de cubrir su presencia, siempre provocando la protesta de los excluídos y acusando a los antologadores de parcialidad y preferencia. A mediados de la década del 2000, una interesante polémica se dio en el mundo literario, entre la llamada «literatura andina» contra la «literatura limeña». Acusaba la primera a la segunda de excluyente y argollera, cerrándole el paso al desarrollo de las voces que representaban la verdadera interculturalidad del país; respondía la otra que había en la primera una enorme falta de calidad y que, en últimas cuentas, ¿a cuántos metros de altitud comenzaba lo andino? (así lo expresó el gran editor Germán Coronado, director de PEISA), ¿no es Lima también los Andes?
De los autores de esta generación leeremos «Inundaciones», de Zeín Zorrilla. Autor Huancavelicano, nacido en 1951, pero cuya obra aparece a la par de autores más jóvenes, Zeín Zorrilla es uno de los maestros en la traducción de la nueva conflictividad social del Perú: la sociedad posterior a la violencia, la de las mezclas y mestizajes, la de los migrantes en las ciudad, la de una cultura popular nueva e incomprensible para la aristocrática Lima.
De Pepe Güich leeremos «Stafford, Indiana». Aunque la obra de Güich es uno de los mayores representantes de la nueva literatura fantástica, este cuento muestra más bien la posibilidad de salir de los confines nacionales en literatura. Su trama, policial y ubicada en los Estados Unidos, nos trae al autor que rompe con sus fronteras y se acerca a otras realidades. Es muy recomendable su obra fantástica, por supuesto: los relatos de los libros El mascarón de proa y Los espectros nacionales, así como su novela El misterio de la Loma Amarilla, de la que habrá pronto secuela.
En Rocío Silva Santisteban asistimos a una literatura fuerte, dura, cruda, amenazante, que ayuda también a romper prejuicios en torno de la literatura femenina. El acercamiento de Silva Santisteban a los márgenes de la sociedad, a la indigencia y la violencia de las calles, no tiene igual entre sus compañeros de generación.
Por último, tendremos como lectura opcional un cuento de Iván Thays, uno de los más internacionalmente reconocidos escritores de esa generación, que, por desgracia, ha ganado notoriedad reciente por temas que nada tienen que ver con su estupenda obra, ni con la incansable labor de difusión de laliteratura peruana que ha desarrollado en TV, prensa e internet durante los últimos años.
Las lecturas:
Antonio Gálvez Ronceros, «¡Miera!»: en el blog: https://blogs.up.edu.pe/nubes//?page_id=217 o en PDF: https://blogs.up.edu.pe/nubes//wp-content/uploads/2012/02/Galvez-Ronceros-Miera.pdf
Zeín Zorrilla, «Inundaciones»: en el blog: https://blogs.up.edu.pe/nubes//?page_id=224 o en PDF:https://blogs.up.edu.pe/nubes//wp-content/uploads/2012/02/Zorrilla-Inundaciones.pdf
José Güich, «Stafford, Indiana»: en el blog: https://blogs.up.edu.pe/nubes//?page_id=229 o en PDF: https://blogs.up.edu.pe/nubes//wp-content/uploads/2012/02/Guich-Sttaford-Indiana.pdf
Rocío Silva Santisteban, «El Limpiador»: en el blog: https://blogs.up.edu.pe/nubes//?page_id=236 o en PDF: https://blogs.up.edu.pe/nubes//wp-content/uploads/2012/02/SIlva-Santisteban-EL-limpiador.pdf
Opcional: Iván Thays, «Lindbergh»: en el blog: https://blogs.up.edu.pe/nubes//?page_id=238 o en PDF: https://blogs.up.edu.pe/nubes//wp-content/uploads/2012/02/Thays-Lindbergh.pdf
23 Respuestas a “Semana 7. Cuento en el Perú, segunda parte”