El horror y el absurdo son dos géneros bien diferentes; los reunimos por razones prácticas: para abarcar un poco más en el corto tiempo que tenemos para compartir lecturas, pero hay que leer los cuentos de cada una de estas dos tendencias narrativas con independencia una de la otra (no se trata de compararlos).
Lo kafkiano (el absurdo)
Franz Kafka, (Praga, 1883-1924), extraordinario escritor checo de lengua alemana, ha dejado una fuerte marca en el mundo literario y más allá de él. No en vano decimos de algo que «es kafkiano» si se presenta como absurdo, como algo que desafía lo posible. El más conocido de sus cuentos, «La metamorfosis» ha pasado a la posteridad como ejemplo de lo absurdo y al mismo tiempo como símbolo de una modernidad llena de contradicciones. En ese cuento, el personaje principal, Gregorio Samsa, despierta un día convertido en un escarabajo, y este hecho desata una historia que desarrolla hasta sus últimas consecuencias tal situación absurda. Esta semana leeremos un relato brevísimo de Kafka: «Una confusión cotidiana», que habla de desencuentros. Kafka abordó también lo sobrenatural en cuentos como «Un médico rural», que, aunque no puede clasificarse propiamente como terror, tiene elementos que lo recuerdan. Una interesante versión animada (hecha en Japón) de esta historia puede verse aquí: parte 1 y parte 2.
La visión de Albert Camus
Casi todos los escritores de la primera mitad del siglo XX han escrito bajo la influencia de Kafka. El caso de Albert Camus (1913-1960) es especial pues llevó la reflexión sobre lo absurdo de la vida humana hasta la filosofía, especialmente en su ensayo El mito de Sísifo. Este extraordinario autor fue, además de futbolista, actor, activista político (miembro de la Resistencia francesa contra la invasión nazi), dramaturgo, filósofo, cuentista y novelista. Su novela breve El extranjero, quizás la más conocida de sus obras se orienta a expresar esa falta de sentido, ese absurdo de la vida, lo que le valió ser reconocido como existencialista, aunque su obra está más allá de esa corriente filosófica. Poco después de obtener el premio Nobel, murió en un accidente automovilístico dejando trunca una obra que quizás hubiera podido desarrollarse mucho más allá. De él leeremos el cuento «Los mudos», que, aunque no pertenece al género de lo absurdo, aún tiene elementos que recuerdan esa reflexión sobre la inutilidad de la existencia humana (y la lucha que hay que llevar a cabo para darle un sentido).
¡Terror!
La literatura de horror es la fuente de un género desarrollado en el cine incansablemente desde hace casi cien años (con Nosferatu, por ejemplo, cine mudo alemán de 1922). Pero hay una diferencia importante entre la literatura clásica de horror y el cine o la literatura de terror de nuestro tiempo: hoy en día, acudimos más al «efecto», a la provocación del susto, el espanto espontáneo que nos haga temblar en la butaca. La literatura de terror, de una forma más pausada pero mucho más profunda, nos llevará a la vivencia del miedo como pasión básica pero no caerá en ese efectismo del susto que reconocemos como terror. El lector contemporáneo, por tanto, puede llegar a sentir que los cuentos de Poe, Lovecraft y otros autores, parecen «no dar miedo». Hay que poner atención en el suspenso y en la descripción de los sentimientos de miedo de los personajes y recordar que «dar miedo» no era su objetivo original sino plantear misterios y escudriñar el alma humana en sus zonas más oscuras.
Edgar Allan Poe de terror
Edgar Allan Poe (Boston, 1809-1849) no solo fue un extraordinario poeta romántico y creador de uno de los personajes más interesantes de la literatura policiaca, como es Auguste Dupin. Quizás la razón más significativa de su enorme fama, su interminable influencia y su permanente actualidad, es que se trata de un autor de cuentos de misterio y miedo; podríamos decir que se encuentra entre los fundadores del género terrorífico.
La narrativa oscura, gótica, de Poe, ha trascendido el tiempo y el espacio. Traducido a incontables idiomas y reeditado constantemente, Poe sigue llenando nuestra imaginación de temores. Hay en su obra fantasmas y espantos, toda una vida espectral dispuesta a estremecernos a lo largo de las líneas de sus estupendos cuentos. Un ejemplo muy importante de esta tendencia es el fabuloso cuento largo «La caída de la casa de Usher», que ha inspirado películas, obras de teatro y hasta música (por ejemplo, la suite de rock progresivo de The Alan Parsons Project). Pero hay también otra serie de cuentos en los que lo espectral no tiene lugar sino que se concentra en los miedos y la perversidad del individuo. Es el caso de «El pozo y el péndulo» (que revive la época oscura de la Inquisisción) o «El corazón delator», cuento que leeremos esta semana.
El oscuro y pesadillesco mundo de Lovecraft
Por su parte, en Howard Phillips Lovecraft (Providence, EUA, 1890-1937) tenemos a un fundador de todo un subgénero y una literatura de culto. Lovecraft fue un escritor prodigio: escribió su primer relato de terror a los quince años de edad, y, aunque dedicaría su juventud a la poesía, desarrollaría más adelante toda una especie de amenaza latente en los mares, monstruosa, terrible, alrededor de la cual crecería la leyenda de «Los mitos de Ctulhu», de los cuales, probablemente, la historia más representativa es «La sombra sobre Insmouth» (que se puede descargar en PDF de aquí). Desarrollados casi siempre en el frío y húmedo paisaje de la costa noratlántica de los Estados Unidos (Rhode Island, Maine), los sencillos pueblos de pescadores sobreviven a la amenaza de una especie monstruosa que viene de las profundidades y se confunde con nosotros en un oscuro afán de conquista (esta temática sería retomada después por Stephen King, el gran autor estadounidense, en «La niebla», también llevada al cine).
Una serie de cuentos menos conocidas de Lovecraft es la llamada «onírica», que personifica Randolph Carter, un filósofo-investigador enfrentado a extraños poderes como en «La declaración de Randolph Carter», el cuento que leeremos esta semana.
Lecturas:
- Franz Kafka, «Una confusión cotidiana»:
- Albert Camus, «Los mudos»
- Edgar Allan Poe, «El corazón delator»
- H. P. Lovecraft, «La declaración de Randolph Carter»
En ciclos anteriores del club hemos leído otros cuentos de estos autores, que se enlazan a continuación como sugerencias de lectura:
- Kafka: «Un médico rural»
- Kafka: «Buitres»
- Kafka: «Ante la ley»
- Poe: «El pozo y el péndulo»
- Poe: «El barril de amontillado»
- Lovecraft: «Dagón»
Y un cuento de terror más reciente del gran Stephen King: «La imagen de la muerte»
Con respecto a los cuentos absurdos, creo que muchos podrían considerar que en estas historias “no pasa nada”. El cuento de Kafka parece no tener sentido. Sin embargo, creo que con el título podemos comprender el propósito del autor. Él busca retratar algo cotidiano, que nos suele ocurrir a todos en el día a día. Para lograrlo, Kafka relata los hechos de la manera más general posible (A, B, el pueblo H, el negocio), y lo lleva a los límites de lo absurdo. Por otro lado está el cuento de Camus, que busca identificar a un lector más específico: el obrero. En un lenguaje muy sencillo, Camus trata temas de gran profundidad, como el envejecimiento, las jerarquías, los abusos laborales, etc.
En cuanto a los cuentos de horror, ambos me gustaron bastante. Creo que el tema principal en el de Poe es la locura. Precisamente por los intentos del narrador de convencernos de que no está loco es que podemos comprender una dimensión de locura muy distinta a la tradicional: el protagonista es un loco meticuloso, que sabe lo que hace, que no ha perdido los sentidos sino que estos han sido agudizados. Finalmente, el cuento de Lovecraft ha sido mi favorito. Me gusta el misterio de la historia, creo que deja mucho a la imaginación del lector. Este misterio no solo es para quien está leyendo, sino para todos en la historia: el protagonista narra la historia conforme se va acordando, y el único testigo está muerto. Creo que esta imposibilidad de saber lo que en verdad ocurrió, con las pocas pistas que tenemos (acerca de las “criaturas infernales”), y frase final expresada por un ser totalmente desconocido, es lo que hace de este cuento una historia de horror.
¡Basta ya de fingir, malvados! – aullé – ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí… ahí! ¡Donde está latiendo su horrible corazón!
Esta repentina confesión del protagonista principal del cuento “El corazón delator” de Edgar Allan Poe ha sido el fragmento que más me gustó de las cuatro lecturas asignadas para esta semana. Ello debido a que con esa cita me quedó claro que en realidad los policías que allí se encontraban no sospechaban en lo absoluto del asesino y más bien se evidencia, por última vez, que el personaje principal está completamente loco. La minuciosidad de Poe para describir cómo observaba al ‘viejo’ todas las noches y la pausadísima rutina que seguía este personaje principal probablemente con un tipo de esquizofrenia para observar a su víctima y poder encontrarse cara a cara con el ojo que lo perturbaba tanto fueron espeluznantes para mí.
El cuento de Lovecraft, “La declaración de Randolph Carter”, también me gustó muchísimo porque le deja al lector una amplia gama de posibilidades al finalizar el cuento con lo que le pasó a Harley Warren y el porqué de su repentina desaparición. Además, leí ambos cuentos en la noche y quizás por ello generaron angustia en mí y una inmensa sensación de suspenso y miedo por lo que continuaría conforme los seguiría leyendo. En definitiva, los dos cuentos de horror leídos me cautivaron en igual magnitud y considero que el de Lovecraft incluso me dio más miedo debido a que era la primera vez que lo leía. En el cuento de Poe ya sabía cómo terminaría el cuento porque lo había leído hace algunos años y, sin embargo, me mantuvo atrapada en la lectura permitiéndome imaginar todo como si fuese la primera vez que lo leía.
Si bien los cuentos de Franz Kafka y Albert Camus eran completamente diferentes porque proveían de la corriente de lo “absurdo”, me gustó el cuento “Una confusión cotidiana” de Kafka porque era bien corto y sencillo de entender e incluso me causó bastante gracia. Ello debido precisamente a lo absurdo del encuentro truncado entre los personajes A y B en H.
En cambio, en el cuento “Los mudos” de Albert Camus reconocí un mensaje sobre el porqué de la existencia del ser humano, ya que se trata de un cuento en donde se narra la historia de unos trabajadores que no se sienten satisfechos con su remuneración laboral e inician un sindicato, el cual se ve truncado debido a que no logran llegar a un acuerdo y, empero, necesitan volver al trabajo para tener dinero para “sobrevivir” más que para vivir. No obstante, al final se entiende que la hija del dueño de la fábrica se pone muy mal o quizás fallece y yo presento la interrogante ante ello del karma: “What goes around, comes around.”, ya que se me ocurre que quizás, debido a lo injusto que era el dueño con sus empleados, la vida le devuelve una situación aún más injusta con uno de sus seres más queridos: su hija enferma/muerta (me queda la duda de ello).
A primera vista puede parecer que los cuentos «absurdos» tienen tan poca lógica que resulta difícil entender los pensamientos del escritor, sin embargo, creo que detrás de toda esta falta de sentido, ambos tratan de reflejar y transmitir las situaciones que vivimos en el día a día, los muchos pendientes que tenemos que hacer y la vida acelerada, los conflictos laborales, entre otros. El cuento «Los mudos» me pareció mas interesante porque por momentos sentía impotencia de que nadie hable, de que nadie busque solucionar el problema o algo, y me dejo con la intriga sobre la situación de la hija del patrón, si llego a fallecer o no, y si a raíz de esto los obreros cambiaron de actitud.
Por otro lado sobre los cuentos de terror, ambos me encantaron. «El corazón delator» busca mostrar como la locura del personaje lo lleva a confesar sin que los policías realmente lo hayan notado. Sin embargo, me deja con la duda sobre si en realidad es más sensible a los sonidos o realmente hablamos de una locura? «La declaración de Randolph Carter» fue el cuento que más me gusto de la semana, especialmente porque deja el final confuso, de manera que podemos pensar en posibles finales. Ambos cuentos de terror los pude leer más rápido que los absurdos, creo que en sí me permitieron percibir más los sentimientos de los personajes.
Con respecto a los cuentos absurdos, me parece que ambos cuentos tienen escenarios cotidiantos pero que, a través de una exageración y acontecimientos sin sentido, buscan tocar temas mucho más profundo de lo que aparentan a simple vista. En el caso de «Los mudos», Albert Camus utiliza un lenguaje muy sencillo para relatar las injusticias a la clase obrera, la cual no logra conseguir un aumento de sueldo y tiene que volver a trabajar para sobrevivir. En este caso, los «mudos» hace referencia a aquellos que a pesar de tener voz, tienen muy poco poder para hacerse escuchar, están forzados a permanecer debajo de la pirámide ya que «no les queda de otra». Por otro lado, el cuento «Una confusión cotidiana», desafía a la lógica, ya que primero A tarda 10 minutos en llegar a H y luego tarde 10 horas.
Los cuentos de terror son los que más me gustaron. «El corazón delator» es un monólogo interior, donde los pensamientos obsesivos del personaje dan a entender que está loco. Por otro lado, «La declaración de Randolph Carter» deja un final inconcluso, dando oportunidad al lector a imaginarse una razón de la desapareción de Warren. Aparte, el orden en que se narra el cuento es el orden en que Carter se va acordando de los sucesos.
Los relatos leídos esta semana de los absurdo (Una confusión cotidiana y Los mudos) reflejan dos aspectos distintos de la corriente mencionada. El primero explica un acontecimiento de una manera bastante simple que puede ocurrir en la vida cotidiana, pero que a su vez no deja de ser un tanto humorístico e ilógico. Por otro lado, Los mudos refleja el estado filosófico en el que el personaje de Yvar y sus compañeros obreros asumen el carente sentido que tiene su vida al no lograr encontrar una solución a su conflicto laboral.
Los cuentos de horror de Lovecraft y Poe de la literatura de horror fueron los que disfrute más. Me mantuvieron intrigada y con la expectativa de lo que pudiese ocurrir. Presentaron ambos a personajes bastante particulares que en medio de la noche buscaba satisfacer un objetivo determinado con bastante obstinación. En el caso de Lovecraft, el final es inconcluso, lo que le permite al lector imaginarse lo ocurrido. En este caso se hablan de criaturas misteriosas, una característica muy común de los relatos de Lovecraft en el que presenta escalofriantes monstruosidades.
El cuento que mas disfrute de todas las lecturas fue el Lovercraft, la manera en la que deja al lector poder imaginar una gama de posibilidades de porque las desapariciones de Harley hacen poder jugar con tu imaginación y al mismo tiempo tener una sensación de angustia y miedo.
Por otro lado el cuento “ una confusión cotidiana” perteneciente a los cuentos “ abusurdos” me pareció curiosa la manera de utilizar letras para los nombres propios creando algo de confusión en mi lectura. Sin embargo, muestra un relato muy corto y muy del día a día en el mundo de hoy que todo va tan rápido.
De igual manera esta el cuento de “ Los mudos” te deja reflexiones sobre la satisfacción persona y laboral. Como muchas veces no hacemos nada cuando no nos sentimos satisfechos del todo. La muerte de la hija del dueño también forma un papel importante, sobre si el dinero lo es todo.
Entre las lecturas del absurdo y el horror, disfrute mucho más estás últimas. La forma en que el texto se encuentra escrito creo que permite a los lectores a formar parte del cuent0. Además, no solo formas parte del cuento sino que existen incógnitas, al menos para mí, de ¿cuál era el ojo al que se referían en el cuento de Poe? o ¿Qué era lo que se encontraba debajo de ese lápida? Creo que como lectora me gustaría ir a ese cementerio y ver que hay! En general, creo que me gustaron los cuentos de terror porque siento que el que contaba el cuento me estaba hablando y que existen ciertas incógnitas que pueden dar pie a discutir con otras personas sobre los posibles hechos ocurridos.
Respecto a la lectura de Kakfa, me pareció interesante porque incluye diversos momentos en una sola página y relata un evento que nos pudo realmente haber ocurrido, excepto con el final absurdo. Camus describe una problemática social, que muy bien puede ser trasladada a estás épocas. El autor muestra una foto sobre una realidad que no tiene tiempo.
Por el lado el cuento “Una confusión cotidiana”, me pareció muy interesant, a pesar de ser corto al terminar de leerlo te quedas con la sensación de que necesitas leerlo una vez mas. En mi opinión este cuento demuestra que en la vida cotidiana muchas veces nos desesperamos y queremos tomar decisiones y acciones apresuradamente sin una previa coordinación, lo que a su vez conlleva a que los planes al final no salgan como queríamos, tal como sucede en el cuento con A y B , ambos quieren cerrar el negocio y al desesperarse por esto al final del cuento no lo logran.
El cuento de horror “el corazón delator” no me gusto mucho debido a que personalmente no me atraen las historias de horror. Además me costo entender porque el protagonista decidió acabar con el anciano ya que el hecho de que no soporte su ojo no es motivo suficiente para acabar con la vida de alguien, definitivamente presentaba algún problema mental. Los aspectos que si me parecieron interesantes son los detalles que se van mencionando del asesinato, pues te ayudan a imaginar perfectamente la escena, además la estructura del cuento al empezar con el final de la historia me pareció una buena estrategia para involucrar mas al lector con el cuento.
Considero que el cuento de Albert Camus refleja perfectamente la inutilidad de la existencia humana, al describir cómo a pesar de las huelgas hechas por los trabajadores para conseguir un aumento del salario el patrón (Lassalle) no consiguen su propósito y deben volver a trabajar bajo las mismas condiciones con la promesa de volver a revisar las propuestas de los trabajadores en un futuro. En mi opinión, la historia descrita en “Los Mudos” es una historia interesante pero muy simple, no encontré partes de la novela que me llamaran la atención o momentos inesperados.
Por otro lado la historia descrita por Kafka en “Una confusión cotidiana” es una perfecta descripción del género absurdo, si bien la interacción entre A y H tiene sentido no se describe el contexto o el motivo de esta interacción. La verdad, este género es el que menos me gustó de los revisados esta semana.
“La declaración de Randolph Carter” de H.P. Lovecraft fue el cuento que más me gustó de los cuatro asignados esta semana, considero que la descripción de la desaparición de Warren engancha al lector en la historia, además tiene un lenguaje simple y la forma en la que se describen los lugares en los que se desarrolla es detallada, sin llegar a ser aburridos y/o repetitiva.
Empezando por los cuentos del absurdo, vemos que en un primer plano se pueden caracterizar por tratar temas o narrar sobre la vida cotidiana de las personas de la época. En el cuento de Kafka, que puede sonar bastante absurdo e incluso desafía la lógica, lo que el autor hace es reducir un claro malentendido o confusión de la vida y simplificarla a un nivel de dos personajes, ambos sin nombres, que se desarrolla en un pueblo H (pudiendo ser este cualquier pueblo en el mundo). Respecto al relato del argelino este fue sin duda uno de los que más disfrute, es notable el fracaso en los que incurrió e incurre Yvar a pesar de todos sus esfuerzos por buscar darle un sentido a su vida. Este cuento me da la impresión que trata de resaltar lo insignificante que puede ser la vida y que está conformada por rutinas, horarios y actividades que carecen de un sentido más profundo, y solo sirven para subsistir. Dichas actividades terminan siendo hechas por costumbre o tradición más que por alguna motivación interior o a una razón suprema de ser. Respecto al título del cuento ~los mudos~ me da la impresión que más que relacionarse de una forma superficial al hecho de que ningún trabajador podía dirigirle palabra alguna al jefe y debían seguir trabajando para mantener a sus familias, es en realidad el hecho de que tanto Yvar como sus compañeros se encuentran de cierta forma recluidos y resignados en una vida que no es la que ellos planeaban o que disfrutan. Por ejemplo el hecho de que Yvar ya no disfruta al ver el mar en las mañanas camino al trabajo me da la impresión de que es infelicidad y una falta de razón de ser y de existir. ‘Mudos’ por que no pueden expresar o ser lo que en realidad quieren ser, ya que ni siquiera pueden encontrar una ~raison d’être~.
Respecto a los cuentos del horror estos también fueron muy interesantes. El cuento de Lovecraft presenta de una forma muy particular un contexto muy extraño, y todo desde como empieza el relato haste ese final inconcluso mantienen un alto nivel de suspenso y de intriga. El cuento de Poe es el favorito en la categoría de horror de esta semana porque nos permite pensar desde el punto de vista de este asesino y cómo es su misma -locura- la que termina llevándolo a justificar el acto que cometió. El nombre por sí lo dice todo, y parece que el cuento se ambienta en un interrogatorio, sin embargo me quedó la duda de si en efecto el hombre está loco y lo quería matar por su ojo, o si está inventando todo para tratar de justificar el acto cometido. Por último el desenlace del cuento me hace dudar más sobre el por qué en realidad lo quería muerto, ya que si estuviese realmente loco y la razón de matarlo fue por el ojo este no se hubiese sentido tan culpable a tal punto de alucinar estaba escuchando los latidos del anciano que yacía muerto debajo de las maderas.
De todos los cuentos, el que me pareció más interesante fue el de Kafka, ya que con pequeños relatos, nos traslada de un lugar a otro, no hay nombres «comunes», y el final es totalmente absurdo. Pero con todas estas características, el lector llega a identificarse con todo lo sucedido (menos el final, evidentemente), ya que en la vida actual todo transcurre demasiado rápido y al no llamar a los personajes de alguna manera «correcta», uno es capaz de sentirse uno de ellos con mayor facilidad.
Evidentemente, en el final uno se queda con la necesidad de releer la historia por lo fuera de lugar que nos parece lo que acaba de suceder. Considero como diferencial su capacidad para colocar un final que nadie espera como un «final feliz» o un final «con sentido», con lo cual a cualquier persona le extraña y siente no haber entendido lo leído anteriormente.
Esta semana ha sido realmente cautivante. No me despegué por ningún instante de cada cuento.
Por un lado, Kafka que en «una confusión cotidiana» busca retratar los avatares de un encuentro previsto nunca concretado. Se juega con tiempos, personajes impersonales y con sucesos casualmente vistos.
Por otro lado, Camus. Fue el cuento que me hizo pensar en lo absurdo que puede ser el hombre. Cada situación tenía una necesidad distinta pero simplemente no se usaba la herramienta más básica para toda sociedad: el lenguaje. Tal vez no se escuchaban, tal vez no se querían escuchar, tal vez todos tenían mucho que decir; al parecer nunca hubo una comunicación sincera. ¿A caso no sucede esto ahora en nuestros hogares, trabajos, comunidades? ¡Es absurdo pero muchos somos mudos!
Por último, Poe y Lovecraft hicieron que yo también escuche más fuertemente mis latidos. La clave fue el relato. Ambos describen en detalle los pensamientos, sentimientos, sensaciones y detalles de las personas y ambientes. El suspenso es la clave, y aunque uno podría leer el final esto no tendría sentido ya que cada palabra acumula cierto grado de ansiedad y horror. Un loco o un testigo cuasi enloquecido, los dos representen lados oscuros del ser humano que se despiertan por algún motivo mental o simplemente curiosidad.
El cuento de Franz Kafka, «Una confusión cotidiana» me pareció interesante a pesar de su corta extensión. Me llamó la atención que haya nombrado a los personajes con letras, para que de algún el lector se enfoque en el mensaje del cuento y no se distraiga con otros detalles. Kafka relata sobre algo cotidiano que nos pasa cada uno de nosotros en la actualidad. Nos hace pensar en «lo absurdo» de las relaciones sociales en la actualidad. Todos queremos comunicarnos de forma inmediata, y pasamos por alto las cosas simples de la vida.
Por otro lado, el cuento «Los mudos» de Albert Camus nos lleva a la reflexión sobre el viaje que emprende cada uno por encontrarle sentido a la vida a pesar de las dificultades que se representen en el camino. Me pareció que el autor busca mostrarnos a través de la historia cómo la juventud es la época más apreciada del ser humano. El personaje principal lucha con la idea de tener cuarenta y enfrentar los retos laborales.
Los cuentos que más me gustaron fueron los de terror. Si bien un cuento de terror no tiene el mismo efecto que una película de terror, el miedo se siente luego de haber leido el cuento, cuando piensas en todo lo narrado. El cuento de Lovecraft fue mi favorito, te deja en suspenso y le da la posibilidad al lector de imaginar mil finales distintos. Además, el hecho de haberlo detallado como un confesionario le da «vericidad» de alguna manera, el lector siente que esto realmente le pasó a alguien. Por otro lado, el cuento de Allan Poe me pareció muy interesante. El autor pudo meterse perfectamente en la cabeza del personaje, expuso al psicópata perfecto. No solo quizo matar al viejo por su ojo extraño sino que termino delatándose a él mismo por la ansiedad de pensar que todos sabían que lo había hecho. Disfrute el hecho de que todo estaba relatado en perfecto detalle, se sentía como si estuviese viendo una serie de tv o una película.
En cuanto a los cuentos absurdos, el cuento de Kafka fue valga la redundancia «realmente absurdo», pero lo disfruté por el esa misma razón. ¿Cómo alguien puede tardar 10 minutos y a la vez 10 horas en llegar de un lado a otro? (Ni con el tráfico limeño) Por otro lado, el cuento de Camus me pareció mucho más rico y entretenido. Me llamó la atención la resignación de los trabajadores ante sus condiciones laborales. Eso jamás pasaría en estos tiempos. Creo que el cuento sitúa muy bien al lector en esa época y le hace sentir el sufrimiento del día a día de los obreros.