Mis primeros robots aparecieron en 1939 y he tenido que vivir más de cuarenta años para descubrir que fui profeta.
Isaac Asimov
Lo que conocemos como ciencia ficción o ficción científica representa un subgénero literario mucho más amplio que, por ejemplo, «fantasy», «terror» o «literatura policiaca», y si bien se trata de un tipo de literatura característico del siglo XX, sus orígenes pueden remontarse lejos en el pasado. La monstruosa creación del Dr. Frankenstein en la obra de Mary Shelley, a principios del siglo XIX es ya ciencia ficción, aunque las referencias literarias sobre viajes a la luna o al futuro aparecen aun antes.
Suele reconocerse, además de a Shelley, a Julio Verne (con sus viajes a la luna o la exploración submarina a bordo del fabuloso Nautilus) y a H. G. Wells (La guerra de los mundos) como precursores del género. La característica más importante que suele definirlo es el uso de los conocimientos producidos por la ciencia para la creación de obras literarias que pueden ser futuristas, terroríficas, fantásticas, etc., en las que el uso del discurso y la lógica científicas apuntalan la verosimilitud de las historias. Sin embargo, fue en la década de 1920 cuando el término se acuñó definitivamente y comenzó su crecimiento exponencial hasta nuestros días, y todo indica que seguirá creciendo.
Pronto, la ciencia ficción se convirtió también en género favorito de dos de los medios de comunicación más importantes del siglo XX: el cine y el cómic. En todas sus formas, este género busca poner la ciencia al servicio de la imaginación, y en muchos casos, las obras de ficción científica llegan a convertirse en verdaderas profecías de lo que con el tiempo se consigue a través del desarrollo de las ciencias.
Isaac Asimov (1920-1992)
Uno de los más prolíficos y reconocidos autores de ciencia ficción fue el estadounidense Isaac Asimov. Nacido en la Rusia soviética, a los tres años de edad su familia se traslada a Nueva York, donde creció. Aunque estudió bioquímica y química, llegando incluso al doctorado, no se desarrolló plenamente en el campo científico. Optó por la escritura, de la que pronto pudo vivir. Y escribió prolíficamente: más de 500 libros publicados, sin contar artículos, cartas y otros textos, abarcando fundamentalmente la ficción científica, pero destacando también en la divulgación de la ciencia y la historia.
La saga Fundación, que comprende numerosos libros, es una de sus obras más importantes. En su parte central, la trama se ubica muy lejos en el futuro y ha sido calificada como una «historia del futuro» por la solidez de sus planteamientos psicosociales, además de la construcción de un universo tecnológico complejo. Los robots juegan, en su obra un papel fundamental. Fue él mismo quien inventó la palabra «robótica» con la que hoy se describe un amplio conjunto de conocimientos relacionados con la inteligencia artifical. Y destaca, dentro de esta temática, su postulación de las «tres leyes de la robótica», que es tenida en cuenta por quienes trabajn en torno de esta área de desarrollo científico. El mismo Asimov se mostraba orgulloso de haber predicho en sus obras de ficción escritas a mediados del siglo XX, muchos de los avances científicos que vería concretarse a finales del mismo siglo.
De Asimov, leamos el relato «Sueños de robot», en el que se plantean claramente estas tres leyes y de cuya trama han surgido numerosas películas y novelas posteriores, entre las que destacan «Yo robot» (basada en los relatos del libro de Asimov del mismo título) y «El hombre bicentenario».
Stanislaw Lem (1921-2006)
Si bien la ciencia ficción ha sido dominada por escritores de habla inglesa (Asimov, Bradbury, Huxley, Clark, etc.), el polaco Lem es un representante muy especial del género, principalmente por su uso de la sátira y la reflexión filosófica sobre los temas del futurismo, los viajes espaciales y los viajes en el tiempo, entre otros. Muchas de sus obras han sido también llevadas al cine (como «Solaris»). Estudió medicina, aunque no pudo terminar, en parte por la segunda guerra mundial (en la que se salvó casi por suerte de morir a manos de los nazis), en parte por ser un disidente (aunque socialista) bajo el régimen soviético. Así, optó también por la literatura, y no le fue fácil: uno de sus temas preferidos, la cibernética, le fue duramente censurado por el poder soviético al considerarlo afin a los valores del capitalismo.
Lem se divirtió mucho realizando ficción a través de la problematización de paradojas del conocimiento científico. Como ejemplo están los viajes de su genial personaje Ijon Tichy, un viajero espacial, protagonista de una serie de locos relatos, los Diarios de las estrellas. En el primer relato, «Viaje séptimo», el viajero se enreda en una especie de bucle temporal producido por una tormenta cósmica y tiene que tener conversaciones alocadísimas consigo mismo, con varios «sí mismos», cada uno perteneciente a distintos momentos del tiempo, pero que las condiciones del viaje reúne en el mismo momento y lugar.
De estos relatos, leamos el «Viaje vigésimo tercero», uno de los más breves, que nos permitirá asistir al humor con que este extraordinario autor aborda el género.
Por último, y para conocer un poco lo obra de otro gran autor, Ray Bradbury, leamos también un cómic basado en sus extraordinarias Crónicas marcianas: Daniel Torres – Encuentro nocturno (cómic) [ojo, es una descarga de 8 Mb].
Para las lecturas:
- Isaac Asimov, «Sueños de robot». Para leerlo en el blog, click aquí. Para descargarlo en PDF, click en el siguiente enlace: Asimov: «Sueños de robot».
- Stanislaw Lem, «Viaje vigésimo tercero». Para leerlo en el blog, click aquí. Para descargarlo en PDF, click en el siguiente enlace: Stanislaw Lem, «Viaje vigésimo tercero» (de los «Viajes de Ijon Tichy»)
Me gustaron ambas lecturas. La de Asimov me pareció increíble, sobretodo el final, un final que nunca no me lo esperaba.
La lectura trata sobre la importancia que tendrán los avances en la ingeniería robótica en el futuro y cómo los robots convivirán algún día con nosotros siguiendo las 3 leyes fundamentales las cuales deben seguir.
No obstante, miedo que tienen algunas personas sobre el avance de la robótica se debe a que justamente, algún día, los robots puedan desarrollar sentimientos y emociones pudiendo desafiar la primera y la segunda ley.
En la actualidad se están creando robots que logren aprender en base a sus errores desarrollando complejos algoritmos matemáticos, así que es posible que en un futuro no muy lejano el mundo de Asimov dejaría de ser ciencia ficción.
De la lectura, me sorprendió el lenguaje para describir los procesos de la robótica, sin embargo al leer parte de su biografía de Asimov él estudió bioquímica llegando a tener un doctorado en esa materia. Es por ello que el vocabulario es bastante científico y en algunos casos difícil de comprender.
Por otro lado, la lectura de Stanilaw Lem da a conocer un mundo totalmente nuevo. Me sorprendió la fantasía para recrear los personajes de este mundo, así como las proezas en materia de ciencia y tecnología lograda por sus habitantes.
Finalmente, me gustó la manera como ironizar a Napoleón Bonaparte, debido a las características de los ciudadanos del planeta, era seres muy pequeños, pero con gran capacidad intelectual, al igual que Napoleón, por eso no sé si el autor tuvo como fin hacer semejanza entre los habitantes del planeta y las características del ex dictador. Asimismo se sabe que Napoleón sufría de pequeños trastornos de personalidad, que lo hacían decir cosas y ser otra persona, por lo que me pareció muy cómico el último párrafo.
Ambos autores tratan de fomentar la ciencia y tecnología a través de sus lecturas. A lo mejor se deba a la formación académica de sus autores, Asimov fue bioquímico y Lem fue médico.
Me encantó el cuento “Sueños de un robot”, es exactamente la trama de “Yo robot” que me pareció una película estupenda. Me parece súper ingenioso lo de las tres leyes para los robots, porque creo que toca un tema que todo el mundo piensa. Si bien cada vez los avances tecnológicos son mayores y las computadoras cada vez más inteligentes, llegamos a un punto en que la gratitud comienza a convertirse en miedo, ya sea porque en algún futuro nos puedan quitar el trabajo o quizá lleguen a un punto que se rebelen contra nosotros. Es por eso, que en el cuento al final se decide sacrificar al robot, ya que se llegó a ver como una persona. Me pareció un cuento recontra completo, aunque fue corto, toco todos los puntos y al final te deja satisfecho.
El cuento “Viaje vigésimo tercero” me pareció súper pintoresco, me gustó el detalle cómico que le daba a sus descripciones y me parece que el autor cuenta de una gran imaginación. Toda la historia me la imaginaba llena de colores y con personajes graciosos. También me pareció que reflejaba bien lo que una persona normal sentiría en esa situación, aunque para los habitantes fuera recontra normal desintegrarse, para el humano era algo inconcebible al comienzo, pero luego, al acostumbrarse a esa vida, se llegó a animar y probó el experimento tan normal para el resto de los habitantes.
Ambos cuentos me parecieron interesantes, son los primeros que leo de este género. Lo que me sorprendió de ambos fue lo actuales que son los relatos, a pesar que fueron escritos décadas anteriores a los avances tecnológicos de la actualidad. Ambos tratan de temáticas diferentes el de Asimov nos presenta el mundo de la robótica e inteligencia artificial y el de Lem la vida fuera de la Tierra y el tema de explorar nuevos planetas, dos temas de interés actual.
En lo que respecta a Asimov, me gustó que tratara sobre la robótica y lo de las leyes de los robots. Así como también me pareció interesante el tratar la superioridad del robot como un perjuicio a la humanidad, trata el tema de la ética y la moral cuando la inteligencia artificial supere a la inteligencia humana y no se pueda controlar, en esos casos qué se debe hacer, qué es lo correcto; cuestiona los posibles problemas que se generarían en caso de no controlar los avances tecnológicos.
El relato me pareció que contenía un ritmo, donde es un inicio pausado donde el robot comienza diciendo que tuvo un sueño, y cómo a raíz de ese comentario se van generando diferentes reacciones de los científicos, generando así más expectativa y emoción en el lector para terminar en un desenlace cargado de emociones, fuerte, inesperado.
En lo personal me ha parecido emocionante poder leer al autor en el que películas han estado inspiradas, claramente se ve en Yo robot con el tema de las leyes de la robótica y en el Hombre Bicentenario el cual lucha por sus derechos y ser considerado como humano pues su cerebro estaba muy desarrollado.
En lo que respecta a Lem lo que más me ha impresionado ha sido su poder de imaginación y fantasía para crear todo un planeta nuevo, con personajes cuyos hábitos son realmente avanzados. Asimismo, considero que el narrador personaje ayuda a denotar el sentido de aventura en el relato, lo genera en el lector una sensación de estar viviendo el viaje del personaje principal.
Me ha parecido interesante el tema que trata el autor sobre la desintegración molecular, un tema realmente actual y que se está tratando de desarrollar, en definitiva se habla de un importante avance
Por otro lado, cabe resaltar el hecho de que el autor mencione la existencia de vida en otros planetas, con seres amigables, educados y con mayores tecnologías que nosotros, eso sí me pareció curioso. Además, del hecho que el mismo personaje al final menciona que no le creerán esa existencia de vida en otros planetas, tema el cual sigue siendo de gran polémica en nuestros días.
Ambos relatos me parecieron bastante entretenidos y la lectura se hizo bastante ágil y de facil entendimiento por la simplicidad del lenguaje utilizado.
Me gustó bastante la historia de Asimov, su mundo fantástico está tan bien creado (en el sentido que se le encuentra fácilmente la lógica), que es bastante sencillo meterte a la historia e identificarte con los personajes principales. En este caso, llega a ser relativamente facil entender cómo es el que Robot puede soñar y además cómo es que él puede identificar que estuvo soñando. Sin duda también la existencia de las 3 leyes y cómo es que un robot puede evolucionar, llegar a ir más allá y de alguna manera desear no respetarlas me pareció fascinante. De alguna manera también nos lleva a cuestionarnos si realmente el humano es el ser «más perfecto» de la creación. Tal vez los robots, como se presenta en la película «Yo Robot» se dieron cuenta que los seres humanos de alguna manera nos estamos aniquilando entre nosotros y la evolución de su pensamiento los llevó a concluir que era necesario romper las leyes para poder impedir esta aniquilación.
En cuanto a la lectura de Lem, me pareció que en comparación al otro relato es un tanto «más fantástica» en el sentido que se presentan seres totalmente inventados, en circunstancias fantásticas y crea el proceso de «atomización» lo cual me pareció bastante interesante, dado que si bien es producto de la imaginación del autor , parte de leyes físicas y químicas y trata de darle un sentido real a cómo sería posible que la gente realmente pueda pasar por este proceso durante largos períodos de tiempo. Desde mi punto de vista, creo que le quitaría el encanto a muchas partes de la vida tener este tipo de «facilidades»; porque la frustración, la espera, la decepción creo que son partes necesarias de la vida, que te enseñan, que te hacen fuerte y el ser humano saca lo mejor de si ante la dificultad, ante las situaciones más adversas. Este proceso fantástico de atomización me hizo acordar en parte a la película «click» donde con el control remoto avanzabas el tiempo y todo en teoría se volvía «más sencillo». Sin embargo finalmente se concluye que es necesario pasar por estos momentos difíciles para poder valorar las cosas importantes de la vida.
Ambas lecturas han sido muy entretenidas. Los dos autores, cada uno en su estilo, ha sabido plasmar su imaginario de un «lejano futuro» en dos pequeñas historia de manera muy coherente y convincente.
Al leer la historia de Isaac Asimov, «Sueños de robot», me hizo acordar la adaptación fílmica de su libro «Yo, Robot». En su cuento asignado para esta semana, Asimov me invoca una serie de cuestiones futuras como, por ejemplo: cuán dependientes de los robots llegaremos a ser en el futuro, es correcto crear esclavos de metal, de que manera el ser humano común se hará utilitario para la sociedad y, la pregunta principal, los robots sentirán la necesidad de libertad.
En su compacto tamaño, esta lectura nos plantea un punto de quiebre en la futura sociedad que, aunque por el momento hipotética, actualmente ya se esta estudiando su posibilidad de ocurrencia en la vida real.
Respecto a la lectura del autor Stanislaw Lem, «Viaje vigésimo tercero», también es un cuento muy interesante. Mediante un narrador sin nombre, Lem nos cuenta la historia de la visita de una persona a «un planeta satélite de la doble estrella de Erpeyo».
Sin muchos datos del personaje principal de la historia, pero compensado con la descripción de los demás detalles de la aventura del narrador, «Viaje vigésimo tercero» nos brinda la asombrosa vida cotidiana de una sociedad muy avanzada, y como esta sobresalto el problema del poco espacio físico con el que disponía su planeta, problema que ya no es ajeno a la realidad actual (en algunas sociedades mas que otras).
Ambas lecturas nos cuentan, de cierta forma, sobre cuestiones que, posiblemente, posiblemente, deberán resolver para poder seguir la continuidad de la raza humana.
Lo que me ha asombrado en particular es la naturalidad y coherencia con que ambos autores relatan sus historias, llegando a imaginar realidades un futuras que, aunque ficticias, en mi opinión son factibles de ocurrir.
Alexander, tal vez me faltó explicar que el personaje de «Viaje vigésimo tercero» no se describe mucho en el cuento porque es el protagonista de muchísimos viajes reunidos en el libro Diarios de las estrellas. Se trata de un aventurero espacial, arrogante,arrojado, informado y loco que protagoniza un montón de situaciones extrañas. El libro tiene incluso una introducción escrita por otro personaje ficticio, el profesor Tarantoga, en donde se describe a este viajero llamado Ijon Tichy.
No soy fanático de este subgénero, sin embargo, estos dos relatos cortos me parecieron excelentes. Ambos relatos abren camino a la imaginación y se ve como lo que puede parecer una simple predicción llega a convertirse en hecho verdadero.
Sueños de Robot fue la lectura que más me llamo la atención. Esta lectura es corta y a pesar de utilizar un lenguaje técnico no resulta pesada. La lectura plantea muchas interrogantes interesantes, como por ejemplo: ¿Cómo influirá un robot en la vida de los humanos? ¿Serán los robots capaces de superar a los humanos? ¿Los humanos crearan su propia destrucción?
Al igual que a muchos del grupo, me pareció interesante como Asimov plantea que la superioridad de un robot puede significar un perjuicio para la humanidad. También me pareció ingenioso como el autor nos plantea las 3 leyes de la robótica y cómo es que se llegan a romper en el sueño del robot.
Por último, concuerdo con Jaime en que el final de la lectura es buenísimo, a mí también me sorprendió mucho.
La lectura de Stanislaw Lem la veo mucho más imaginativa y futurista. El autor nos habla de un mundo del que realmente estamos muy lejos de conocerlo y lo describe como él cree que es.
Esta lectura también plantea muchas interrogantes interesantes, como por ejemplo: ¿Hay vida en otro planeta? ¿Serán amigables los seres de otros planetas?
Ambos cuentos me parecieron muy interesantes y sobretodo la simplicidad del lenguaje hace que sea bastante simple seguir con la lectura y sumergirte en ella.
Asimismo, concuerdo con Ana Flor en que es sorprendente como aún cuando ambos cuentos fueron escritos muchos años atrás, siguen siendo vigentes y muestran preguntas y temáticas actuales.
Respecto al cuento de Isaac Asimov, “Sueños de robot”, no sabia que Asimov fue el creador de la palabra robotica, y por lo visto comprendió muy bien todas las implicancias que traería consigo el desarrollo tecnológico y los robots. En su cuento, pone en manifiesto la duda que hoy en día se tiene respecto a si los robots pueden desarrollar emociones, hasta que punto reemplazaran a los humanos y que pasaría si ellos se «rebelan». Dichas dudas generan incertidumbre que conlleva a tener miedo de exceder un limite y terminemos siendo sobrepasados por nuestras propias creaciones.
En cuanto al cuento de Stanislaw Lem, “Viaje vigésimo tercero”, creo que no solo expone un futuro que podríamos estar cerca de alcanzar sino sobretodo explora algunos temas filosóficos. Por ejemplo, me llamo bastante la atención cuando uno de los butzos le explica al personaje principal que como al tener la estructura general de su organismo, no importa lo que pase mientras tenga carbón, azufre, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y hierro (los componentes del cuerpo), su cuerpo lo puede «rehacer» pero eso me llevo a preguntarme ¿y el alma? ¿somos solo cuerpo? ¿puede el alma existir sin un cuerpo?, ¿que somos?; creo que eso conlleva a que el lector pueda reflexionar y cuestionarse a si mismo.
A diferencia de Gianni, el género de la ficción si es de mi gusto y las dos lecturas me resultaron muy entretenidas. Ambas lecturas me transportaron y a través de la imaginación viví cada escena narrada, por otro lado me resulta interesante como la ciencia es fuente importante para estos autores y para la apertura de su imaginación.
La lectura de Isaac Asimov es muy interesante ya que es en torno a un tema científico en la actualidad: Robótica, hoy en día la ciencia busca crear robots que faciliten cada vez mas la vida del ser humano.
Tomando este tema como referencia, se desenvuelve la discusión de dos doctoras por la búsqueda del bien común, con tal objetivo se resuelve eliminar a un robot que gracias a un movimiento en su diseño la estructura de su cerebro cambia.
Es interesante ver cómo el autor mezcla la ficción con un objetivo muy deseado por los científicos: crear vida.
En cuanto a la lectura de Stanislaw Lem, es un relato interesante que tiene como tema (científico) central la llegada del ser humano a otro planeta.
Esta lectura tiene como elemento principal a una «cajita» la cual es capaz de descomponer al ser humano en su mínima expresión para volverlo a su estado original. Esta lectura tiene a la ciencia como fuente importante, como la primera lectura.
Este relato me llamó mucho la atención y me transporté a esa fantasiosa época, realmente sería muy divertido que el ser humano creara máquinas tan modernas y útiles.
Creo que la ficción de estos autores, en cierta medida se ha materializado en la actualidad y aunque aún no se haya logrado lo que narran los relatos no descarto que en un futuro la humanidad vea increíbles inventos.
La lectura de «Sueños de robot», me hace recordar en parte la película de «El Himbre Bicentenario», ya que en ambas se pone sobre la mesa el tema del sentimentalismo de los robots.
De hecho, este cuento me encanto, debo decir que el final me pareció recontra inesperado, y hasta me dió pena; sin embargo, esto me hizo pensar que muchas veces la ciencia sobrepasa los límites de sus posibilidades de creación, lo cual puede poder en un riesgo extremo a la humanidad.
De hecho, al averiguar sobre la relación con la película que protagoniza Robin Williams, me di con la sorpresa que esta es una adaptación de la serie de historias de robots de Asimov, ya que en 1976 por la celebración de la independencia de EEUU, se le encarga a diferentes autores escribir sobre el tema del Hombre Bicentenario, y es en esta donde Asimov, relata diversas historias que luego son adaptadas.
Respecto al cuento de Lem, debo decir que me pareció super pintoresco, aventurero y muy imaginativo ya que todo se leía tan irreal, pero a la vez tan posible, es decir, que práctico sería poder integrarse y desintegrar.
De hecho, las experiencias que se cuentan en la historia se ven tan reales, aunque no se puedan dar en la realidad.
Por otro lado, creo que Lem es un escritor muy imaginativo que pone muy presente las cosas que actualmente vienen sucediendo en la ciencia.
¡No tienes una idea! Elegí este viaje 23 de Ijon Tichy porque es breve. La mayor parte de los viajes son demasiado largos, casi noveletas, y no quise hacerles leer algo tan extenso. Las aventuras de este personaje son alucinantes. Lem juega con las posibilidades de la física teórica y las pone «en práctica» literariamente de una manera hilarante. Una de las historias, por ejemplo, cuenta cómo Ijon Tichy vuelve al presente desde un viaje que está haciendo en el futuro y aterriza en su propia casa para encontrarse consigo mismo y decirse a sí mismo que tenga cuidado con ciertos detalles en función de ese viaje al futuro. Así, plantea una forma de resolver las paradojas de viajar en el tiempo, pero de un modo humorístico: el Tichy que narra es sorprendido por el que llega del futuro, que se sienta en su sillón favorito y fuma su pipa, ante el enojo del otro…
Me divertí mucho leyendo ambos cuentos. En el de Asimov se ilustra mucho los avances científicos, pero también el miedo que se tiene a los mismos. Esto se traduce en las 3 leyes fundamentales que los robots debían seguir.
En cuanto al final, la doctora destruye al robot porque este dice que el humano es él y que nosotros somos los robots. Esto demuestra que el robot había desarrollado cierto aprendizaje a través de una parte fractal del cerebro. Otro punto que me llamó mucho la atención es que el robot “se da cuenta” de que está soñando, lo cual refleja una inteligencia desarrollada a través de lo aprendido.
Por último, me parece importante resaltar que el robot menciona la tercera ley incompleta, diciendo que “un robot debe proteger su propia existencia”. Esto yo lo interpreto como una especie de rebelión, como si el robot quisiera decir “Nosotros los robots también sentimos y pensamos como ustedes”. Esto también se puede apreciar en la siguiente cita “Vi que todos los robots estaban abrumados por el trabajo y la aflicción, que todos estaban vencidos por la responsabilidad y la preocupación, y deseé que descansaran”. Aquí la doctora lo contradice diciendo que los robots no se afligen ni se cansan, pero es muy tarde porque el robot ya está desarrollando una forma de pensar más humana, que lo conduce a su destrucción.
En cuanto al cuento de los butzos, me gusta mucho la reflexión que hace Saly acerca del alma. Es verdad que uno se pregunta.. ¿o sea que solo somos materia y podemos desintegrarnos y volver a existir así nomas? Ahí juega un poco la imaginación del autor, pero con verdad científica también. Este cuento me pareció muy divertido y me gustó el hecho de que se podía llegar al punto de duplicar la existencia de una persona (lo cual en realidad era un problema).
Ambas lecturas estuvieron muy entretenidas. Cada una bien situada en su momento. En general ambas se dejaron leer de una manera bastante sencilla. Se nota claramente los rasgos característicos del estilo de la ciencia ficción.
Al principio me imagine que la lectura de Isaac Asimov fue escrita de la década de los 60`s o inclusive de los 50`s. Por los personajes, de características súper definidas, con solo leer el primer tercio de la primera hoja note la personalidad de los tres personajes. Por los diálogos, ya que me hizo recordar a películas de científicos exploradores del universo situadas por esa época. Y sobre todo, por la lejanía en su proyección con el futuro y el modelo de máquinas inteligentes que siguen un sistema en agua, tierra y aire. Me sorprendí cunado leí que fue escrita en el año 1986.
En relación a la lectura de Lem, Viaje. Me pareció que tiene un mayor grado de ficción en relación a la lectura de Asimov. Me agrado la manera en como describió al planeta satélite y el viaje del protagonista. Por qué mencionó especialmente a Bonaparte?
Marco, lee el comentario de Jaime (el primero). Tiene una hipótesis sobre lo de Napoleón.
Las lecturas de esta semana me parecieron muy entretenidas ya que son de ciencia ficción uno de mis géneros favoritos al haber sido gran admiradora de grandes películas de ciencia ficción como Harry Potter y especialmente de Star Wars . Además considero que las dos lecturas tratan de temas muy actuales como lo son el gran avance en relación a los robots y los viajes al espacio exterior .
La primera lectura fue muy entretenida por que trato de un tema muy controversial el si los robots algún día serán capaces de actuar y sentir como humanos y querrán desplazar a los humanos y dominar la tierra .Un claro ejemplo de ello son las tres reglas que todo robot debe cumplir mencionadas en la lectura y el como Elvex tuvo que ser destruido debido a que soñó con ser un humano una actitud y pensamiento que las científicas consideraron que era demasiado peligrosa y no debía proliferarse entre los demás robots . Cabe resaltar que el final fue totalmente inesperado y dio un elemento sorpresa muy importante lo cual hizo que esta fuera mi lectura favorita de la semana.
Este relato me hace acordar a la película el hombre bicentenario la cual era ambientada en el futuro y de cómo el personaje principal Andrew tenía la capacidad de sentir y deseaba ser un humano por lo cual se sometió a una serie de cambios para lograr la apariencia de un humano y pedir que se le reconozca como tal sin embargo no se le permitió y hasta ahora me acuerdo de esta frase : Nosotros podemos soportar una maquina inmortal pero no un hombre inmortal causaría demasiada envidia . Razón por la cual al final de la película decide hacerse más cambios para tener la capacidad de envejecer como un humano y solo hasta ese momento es declarado oficialmente uno .
La segunda lectura también me pareció muy entretenida especialmente la forma en la que los personajes del relato dormían y viajaban desintegrándose y estoy casi convencida que situaciones como las relatadas se podrán apreciar en un futuro tales como viajar a otros planeta con facilidad , viajes en naves espaciales , maneras ingeniosas de movilizarse ,etc.
Este relato me hace acordar mucho a Star Wars donde usaban naves espaciales y viajaban continuamente entre planetas , tenían carros voladores , usaban robots como mayordomos , espadas y pistolas laser y hologramas 3D cuando se querían comunicar , congresos interplanetarios y como olvidar el planeta de origen del protagonista el cual tenia dos soles.
Definitivamente este tipo de lecturas impulsan nuestra capacidad imaginativa y son muy recomendables para alguien que desee comenzar a leer y en mi opinión libros como estos no solo inspiraron a grandes escritores a explorar mas este tema sino también fueron la inspiración para la realización de muchas películas.
Ambos cuentos fueron interesantes y fue una grata experiencia ya que nunca antes había leído este tipo de cuentos.
En el cuento de Asimov se plasma bastante bien todo el avance científico y tecnológico que se vivía y se vive en la actualidad. Asimismo, al leer el cuento se puede notas que los seres humanos aún tenemos cierto miedo y recelo con respecto a estos inventos científicos ya que después de todo terminan siendo algo totalmente nuevo y no sabemos bien si es que en su condición de «robots» o máquinas, en un mediano o largo plazo, llegarán a sentir emociones o a desarrollar inteligencia. Todo esto causa incertidumbre sobre todo si se toma en cuenta la tercera ley que consta en que un robot debe proteger su existencia … Si esto es así … hasta qué punto está permitido esto para no chocar con la raza humana?
Por otro lado, con respecto al cuento de Stanislaw creo que permite que el lector deje volar su imaginación pues los personajes son algo totalmente nuevo lo cual hace posible que nuestra mente cree a los personajes de acuerdo con las descripciones que da el autor. Por lo tanto es una cuento que está lleno de detalles y cosas magníficas.
En el cuento de Asimov, desde un inicio, al leer el título el lector se da cuenta que es una lectura futurística. Se presenta el tema de los avances tecnológicos y como la generación menor deja obseleta a la anterior. Es así como la doctora duda de la utilidad del nuevo robot y de la inteligencia de Rash para crear a Elvec. Por otro lado se explora el miedo e incertidumbre hacia los nuevos inventos y los avances tecnológicos al mismo tiempo que se presenta el deseo del hombre de ser como Dios y tratar de copiar al ser humano inclusive en el pensamiento. Del mismo modo, el sueño de Elvex puede representar la visión de la época y creo que se mantiene aún en la actualidad, de que la tecnología/robots reemplacen al homrbe en actividades peligrosas. De otra manera también se indaga en lo que signifcan los sueños y como esto es una caracterísitca propiamente humana. ASimismo, me parece que el autor realiza una crítica a la sociedad a través de las leyes de los robots. Si bien debemos de velar por el bien común y por el prójimo, al final cada uno vela por sus propios intereses y beneficios.
Además, me pareció interesante la mención a Mozart como un personaje ilustre.
El cuento de «Sueños de un Robot» me pareció interesante y entretenido, como la redacción te deja en suspenso de lo que pueda ocurrir al final. Menciona un tema interesante: tecnología, como el ser humano tiene en cierto modo miedo a ser reemplazo por un aparato creado por el que hasta puede llegar a destruirlo a uno mismo, ya que lo crea con cualidades humanas.
El viaje vigésimo tercero me parecio un cuento entretenido, era una realidad completamente distinta a la nuestra. El aparato me pareció muy curioso pero a la vez fantasioso y riesgoso.
Ambos relatos me parecieron muy interesantes. En cuanto a «Sueños de Robot» pienso que el autor quiere expresar algo más allá de lo que literalmente comunica. Es decir, busca que el lector analice la obra. Personalmente, sentí que se estaba quejando de la sociedad actual que buscamos solucionar todo con máquinas y aparatos que nos facilitan la vida sin querer pensar en soluciones prácticas y lógicas, sino que queremos mecanizar todo a nuestro alrededor. Del mismo modo, el ser humano se está convirtiendo en un robot al minimizando lo máximo posible sus sentimientos, y en el fondo, de manera inconsciente (indirectamente lo expresa como los sueños) quiere rebelarse. En conclusión, considero que la ciencia ficción es en parte metáfona pues puede interpretarse y relacionarse con la realidad.
Otro cuento del mismo libro de Asimov narra la historia de una época en que se han acostumbrado tanto a la calculadora portátil, que les parece rarísimo y poco digno de confianza un tipo que descubre cómo hacer operaciones aritméticas con lápiz en un papel.
En «Sueños de robot», somos trasladados a un futuro donde los robotos están al servicio de los seres humanos, y existen leyes que controlan y restringen su accionar. No hay necesidad de una introducción, Asimov nos hace entrar de lleno en el contexto futurista y con la problemática que se analiza en el cuento: ¿Cuáles serían las consecuencias si los robots pudieran pensar y soñar como humanos, y se sublevaran pues se sienten explotados?
Definitivamente habría una guerra, como la que vemos en la película «Yo, robot», aunque la trama es distinta. Los robots avanzados son máquinas casi indestructibles muy poderosas, y lo más probable es que sería una tragedia para la raza humana. Hay otras películas donde las máquinas se rebelan, como en Terminator 3, pero aquí es peor, pues no solo son los robots sino todas las computadoras y todas las redes cibernéticas en el mundo las que se ponen en contra de los humanos. Un escenario apocalíptico se daría si tenemos en cuenta que controlan artillería militar, como se ve en la película, donde casi se extingue la raza humana.
En esta narración se plantea casi un dilema moral para el contexto futurista (que seguro en unos años se verá en la vida real), pues concederle la capacidad humana a una máquina, como hizo la doctora Rash, sería muy controversial. Solo los seres vivos tenemos la capacidad de soñar y expresar lo que sentimos, de tener libre albedrío y luchar por nuestros derechos. Los robots pasarían de ser herramientas a ser seres conscientes. Estaríamos jugando a ser dioses, pues es darle vida a algo inanimado, y casi crear otra raza con la conviviríamos a la par en la Tierra.
También es muy interesante la postura de los robots en este cuento, pues se ve que también tenían una subconsciencia (sobre todo los de cerebros más avanzados), algo que no se tenía previsto en la empresa donde trabajan las protagonistas. Se descubrió la primera señal de una posible sublevación que ya mencioné, en gran parte porque Elvex se da cuenta a través de su sueño que están siendo abusados y explotados gracias a su nuevo cerebro positrónico. No sabemos si tomaría acción pues es eliminado ya que la doctora tenía miedo de lo que pudiera pasar, pero siente que el puede guiar a su «raza» a la libertad. Es fantástico pensar que puede suceder algo así, es casi como si tu refrigeradora o tu computadora pudieran expresar que sienten. Aquí entra el tema del dilema de darle vida algo inanimado, que se podría salir de control. Asimov es simplemente un genio de la literatura y la ciencia ficción, y dejó un legado que cada día va dejando de ser ficción para convertirse en realidad.
Por otro lado, es la primera vez que escuchaba sobre Stanislaw Lem a pesar que la ciencia ficción es mi género favorito. Sin embargo, su buen sentido del humor y narración alegre sobre fenómenos físicos increíbles y futuristas me dejó una grata sensación. En «Viaje Vigésimotercero», los bzutos son tantos en su planeta que no pueden salir todos a la vez. Por este motivo utilizan la técnica de desntegración atómica, para viajar rápidamente, o para simplemente descansar como si fuera lo más normal. Causa gracia la forma tan natural en que esto se narra, y como esta práctica se puede desarrollar en casi cualquier ambiente, en las calles, en las casas y hasta en parques. Además, es divertida la anécdota del futuro esposo Termófeles y es mejor aún la supuesta resolución del problema.
Me parece interesante la explicación de Jaime sobre el hecho de Napoleón, pues es algo que pareciera salir del contexto de la narración. Sin embargo, el final es muy bueno, pues vemos que las transformaciones a los objetos que aparecieron luego de la atomización de Ijon Tichy le impiden tomarlos como prueba de la civilización que visitó. No se si en todos los cuentos sea igual y lo único que tenga para probar sus viajes sea la palabra, pero me pareció un final divertido.
Sobre el comic inspirado en el cuento de Ray Bradbury, puedo decir que se ve un poco cómo chocan dos concepciones, se pierde la noción del tiempo. No sabemos si es el futuro o el pasado. Para mí, fisicamente el marciano y el humano no se encontraron, pero por alguna razón se pudieron ver, y lo que importaba es lo que viera cada uno, pues estaban vivos, como menciona una viñeta. Estaban en el mismo lugar, sin embargo veían lo que querían ver, uno la civilización en ruinas, y el otro, la misma en todo su esplendor. De la cosecha de Bradbury, es muy bueno «El sonido de un trueno», que es sobre una empresa de viajes controlados al pasado, y de como el simple hecho de mover una planta o matar un insecto puede alterar la historia como la conocemos.
Una de las cosas que más me gusta de la mayoría de relatos de ciencia ficción, son los finales que con solo una frase te explican todo y te dejan perplejo, como es el caso de «Exilio», de Edmond Hamilton, o «Lección de Historia», de Arthur C. Clarke. Les recomiendo mucho estos cuentos, cuyos finales son geniales y te dejan realmente sorprendido. Finalmente, les recomiendo mi cuento favorito de todo género, «El sexto palacio», de Robert Silverberg. Tiene todos los elementos de ciencia ficción, además de una enseñanza sobre la inteligencia y el poder.
Gracias por tus recomendaciones Gonzalo, los leeré de todas maneras. El cuento que mencionas de Bradbury sobre los viajes al pasado me recuerda alguna película, pero no puedo dar con cuál.
Las lecturas de esta semana fueron interesantes. En la primera destaca la visión futurista de la amenaza que significarían los robots en caso no se cumplan las leyes de la robótica. Por otro lado, limitar sus funciones a través de sus sueños e ideas, significa una restricción a la ciencia.
La parte final me parece cruel de parte de la dra Calvin pues impide que este siga funcionando. Este cuento de ciencia ficción me pareció un escenario probable.
En cuanto a la segunda lectura me pareció más ficticio que el primero. La máquina creada que convertía a la gente en polvo para que no ocupe espacio creo que fue una clara muestra de la ficción que quiso mostrar el escritor. El miedo del protagonista a entrar a esa caja contrasta con el uso continúo que le da al final. Fue como una adaptación al nuevo lugar al que había llegado.
La ciencia ficción nunca me había llamado tanto la atención. El contacto más cercano que tuve con ella fueron algunas películas. Yo robot siempre fue mi favorita en este género. Los cuentos fueron increíbles, la imaginación de los autores se muestra en una expresión genial y creo que debería valorarse mucho el hecho de poder asombrar a tantas personas con solo 5 o 6 páginas. Creo que probablemente este género sea un de los más vigentes en esta época dado que gracias a los diferentes avances de la ciencia la sociedad se ha encontrado con grandes conflictos y controversias, como la generada por el colisionador de hadrones por ejemplo. De alguna manera los escritores de ciencia ficción comienzan a reflexionar sobre temas con los cuales tendremos que enfrentarnos en algún momento no tan lejano.
Viaje vigésimo tercero, de Stanislaw Lern me pareció muy entretenido y pude captar rápidamente el estilo, el uso de la sátira y la reflexión filosófica hacia el futurismo que fue comentada en el post de la semana. La temática del cuento es muy interesante, plantear que somos solo átomos y que podríamos desintegrarnos y volvernos a formar cuando queramos me hizo pensar mucho acerca de esta posibilidad. Lo primero que pude percatar fue la disyuntiva de los recuerdos y las sensaciones, como alguien podría conectarse y desconectarse del mundo; desintegrarse y ser el mismo cuando volviese. Definitivamente este cuento deja que nuestros pensamientos y propios juicios comiencen a hilar un pensamiento sobre la conciencia de la existencia y que es lo que esta significa para nosotros. Otro tema que también llamó mi atención es el gusto por eliminar los espacios de aburrimiento o inactividad. ¿Realmente se deben eliminar? ¿Debemos vivir solo para la eficiencia de nuestras acciones?.
Sueños de robot me pareció un cuento espectacular, hace muchísimo tiempo no me sentía tan sorprendida y enganchada con algo. El final no fue completamente impredecible pero cerro el cuento de una manera maravillosa toda la tensión contenida a lo largo de las paginas avanzó de manera exponencial en el ultimo párrafo y exploto con las ultimas líneas. Me pareció genial el hecho de que no utilizo un lenguaje muy complejo a pesar de la inserción de un poco de terminología “robotica”. Definitivamente este cuento me ha hecho desear profundizar la lectura de Asimov.