«Los huaqueros» es uno de los cuentos desconocidos escritos por el conocido autor peruano Julio Ramón Ribeyro. Dicha obra fue escrita originalmente en francés y se desconoce su versión original en español. Ribeyro nació el 31 de Agosto de 1929 en barranco y falleció el 4 de diciembre de 1994. Es considerado como el gran maestro del relato breve y de la reflexión filosófica. Antes de su muerte, en 1994 recibió el reconocido Premio Rulfo de literatura.
Esta obra narra la historia del mulato Tobías y su compadre Filiberto, dos amigos que estaban necios con la idea de poder encontrar algún tipo de tesoro en la huaca Juliana en Miraflores. La historia empieza con ambos personajes, los cuales van camino a su objetivo con mochilas llenas de herramientas en plena madrugada. En el camino ambos van imaginando las cosas que podrían encontrar ahí y alucinaban con las supuestas riquezas de las que iban a ser poseedores. Una vez que llegaron a la pirámide de tierra, Tobías se detuvo a buscar el punto exacto en el que debían cavar. Hicieron un ruido sordo alternándose cada cierto tiempo el trabajo. No obstante, cuando Filiberto estaba de guardia dejó de percibir el ruido de su compañero, desconcertado y entre tanta confusión empezó buscarlo. Mayor fue la sorpresa de este último cuando se percató de una sombra extraña, se trataba de un colega de él, su amigo Andrés quien estaba acompañado del mestizo Toledo. Estos dos también habían ido a la huaca con la misma finalidad. Una vez reunidos los cuatro y luego de una breve discusión, se pusieron de acuerdo y se dieron la vuelta a la huaca para llegar a la esquina de Toledo y cavar juntos. Ya con un hueco de una profundidad considerable (tenían que tirar la tierra por encima de sus cabezas) ocurrió un acontecimiento que no esperaban, un policía los había descubierto. Ante esta situación Tobías decidió contarle al policía que el piso de donde estaban excavando había empezado a sonar de forma extraña, hecho que dio a entender al policía que se trataba de un posible tesoro. El policía tentado por la posibilidad de tener riquezas, decidió ayudarlos a cambio de recibir el 50% de lo que encontraran. Sin embargo hubo un segundo acontecimiento, el teniendo que estaba durmiendo en el carro de la policía se había dado cuenta. Al igual que el primero, el segundo no dudo en ayudar a los huaqueros a sacar la caja que habían encontrado. Intrigados por el contenido de dicha caja decidieron abrirla. Grande fue la sorpresa al ver que se trataba de un cadáver de un niño. Abundaron las lamentaciones y desilusiones pero luego los policías decidieron marcharse y dejar a los huaqueros ahí tapando el hueco ya que no había nada más que hacer. Al final Tobías y los otros tres decidieron llevarse la caja y usarla como leña. Durante el camino de regreso solo reían y pensaban en las buenas papas que iban a asar para el desayuno sobre las brasas de aquellas viejas maderas.
De esta historia se pueden analizar varios puntos. Uno de ellos es que se trata de un cuento bastante entretenido y divertido que te deja en suspenso de principio a fin, atrapando al lector y queriendo saber cuál es el desenlace. Otro aspecto es que se da en un contexto cercano al nuestro en una huaca de Miraflores lo cual ayuda bastante a que la persona que lo lea se identifique rápidamente con la historia. Además se puede percatar hasta qué punto los huaqueros son capaces de hacer por encontrar su tesoro. Sin embargo el hecho que más me llamó la atención y con el que mejor me identifique con mi realidad fue el nivel de corrupción que hay en la policía y en las autoridades del Perú, algo típico de nuestra cultura; es un factor clave en este cuento. Es increíble ver la realidad, no porque pase en el cuento sino porque pasa en el día a día: ante el hecho de poder adquirir mayores riquezas nuestras autoridades dejan sus responsabilidades de lado y se alían por cometer delitos con tal de que salgan beneficiados. En síntesis me pareció un buen cuento, entretenido y que te mete en la lectura de principio a fin.