El boom latinoamericano fue un fenómeno editorial que surgió entre los años 1960 y 1970, cuando el trabajo de un grupo de novelistas latinoamericanos fue ampliamente distribuido en Europa y en todo el mundo, y asimismo logró desafiar las convenciones establecidas de la literatura latinoamericana. Esto se debió a las características que se fueron desarrollando en este estilo, como tratan el tiempo de una manera no lineal, interviene en la narración una voz narrativa, presencia de nuevo vocablo, relacionan temas rurales con urbanos, internacionalismo, abordan temas históricos y políticos, generan identidad nacional, abarcan temas de problemas sociales como económicos e ideológicos, transmiten historias que evidencian polémica y oportunidad y, por último, logran romper barreras entre lo fantástico y lo mundano de tal manera, que se origina otra realidad.
Uno de los principales escritores en este fenómeno literario fue el argentino Julio Cortázar, caracterizado por ser uno de los autores que generaron mayor innovación y originalidad, especialmente en relatos cortos, prosas poéticas, así como importantes novelas que rompieron los moldes clásicos, ya que sus narraciones escapan de la linealidad temporal. Se relaciona con el realismo mágico y en algunos casos con el surrealismo porque sus obras tienen contenidos que se enfocan en lo real y en lo fantástico.
“La autopista del sur” es uno de los cuentos más interesantes de este escritor. Este cuento presenta un narrador omnisciente, es decir un narrador ubicuo que sabe todo acerca de la acción, así como los pensamientos, las motivaciones y los secretos más íntimos de los personajes. El cuento se enfoca intensamente en relaciones humanas, las cuales son causadas por un embotellamiento o estancamiento por un largo tiempo, de tal manera que logra crear una pequeña sociedad donde cada miembro cumple una función y manifiesta su personalidad, lo que genera controversias, acuerdos, problemas y soluciones.
“La autopista del sur”, desde mi punto de vista, es un cuento muy “rico”; empezando por la redacción descriptiva y exacta, la cual facilita el entendimiento del lector, generando un lazo más fuerte porque te permite involucrarte en cada historia que se desarrolla. Además, los hechos narrados son situaciones que existen normalmente en una sociedad como la nuestra, es decir, el embotellamiento logró que todas las personas creen una “comunidad”, donde lo principal es la organización, allí todos tenían un rol importante para satisfacer todas las necesidades posibles. Incluso se genera corrupción y alteraciones al sistema tratado porque el abastecimiento se agotaba. Cabe resaltar que muestra la necesidad de una sociedad estructurada. La presencia de tantos sentimientos encontrados como frustración, tristeza, asombro, miedo, coraje, optimismo, impaciencia, corrupción y amor, entre otros, fue muy enriquecedora para el cuento, y más aún con la historia de Dauphine y el ingeniero, que empezó como una situación desesperante porque no soportaban estar tanto tiempo estancados, a una situación donde ambos lograron enamorarse. Lo que más sorprendió fue el final, donde simplemente cada uno toma su rumbo, un final no esperado, lo que lo vuelve más impactante. La historia desencadena necesidades de la convivencia en sociedad y las consecuencias de las mismas, en donde se pueden establecer lazos fuertes, ya sea por la adaptación o por la costumbre de los personajes. Muestra una realidad “exagerada”, al estilo de Cortázar, y se ubica en la frontera de lo fantástico y lo real.
El cuento tiene un logro muy interesante, a pesar de no ser una idea que se haya originado por Julio Cortázar, sino que él quiso contradecir a un ensayista italiano que consideraba al embotellamiento como un problema sin importancia y superficial. Cortázar no estuvo de acuerdo con la manera frívola en que se refirió a ello, ya que él consideraba que estos atascamientos son los principales signos tristes en la sociedad que vivimos, representan una contradicción porque, a pesar de que el automóvil es una maravilla tecnológica y que debería facilitarnos la vida, por el contrario, nos complica más y trae peores consecuencias, llevándonos a un camino hacia la desgracia.
Sin embargo, este cuento logró un impacto cultural muy importante ya que durante la década de 1990, la marca de automóviles Renault hizo tres publicidades inspiradas en «La autopista del sur”, así como también se realizó la película italiana El gran atasco, una adaptación cinematográfica de 1979. Esto significa que el cuento tuvo mucho éxito, contagiándonos a todos una historia que podría darse, tal vez no en una situación tan extrema, pero sí hasta desencadenar relaciones entre las personas presentes en el embotellamiento.