Diana Cubas, “Antonio Gálvez Ronceros y la literatura afroperuana”
La cultura afroperuana tiene una gran influencia en el arte, la danza, la música, la literatura, el deporte, etc. El 5% de los peruanos son afroperuanos y están localizados principalmente en la costa del país, en especial en las provincias de Chincha, Cañete y Lima. La cultura afroperuana se hace visible en la manera de expresarse, la jerga, el ritmo y el temperamento de sus portadores.
Antonio Gálvez Ronceros nació en Chincha en 1932 y estudió educación y literatura. Ha sido premiado por su contribución a la literatura peruana a través del universo afroperuano y las tradiciones populares. En la novena semana leímos dos de los cuentos de Gálvez Ronceros: “¡Miera!” y “Jutito”, aunque no llegamos a analizarlos en la clase virtual. Por ello, he decidido ahondar más en estos cuentos, en el estilo peculiar del autor y en esta vertiente de la literatura peruana.
Ambos cuentos poseen un lenguaje característico que resalta a simple vista. Uno no puede evitar “cantar” las oraciones mientras las lee pues el lenguaje está modificado perfectamente para que nos situemos en la escena y “veamos” al personaje enunciando los diálogos. Personalmente este elemento fue lo que más me atrajo de los cuentos de Gálvez Ronceros. Ambos cuentos se sitúan en el campo y están protagonizados por familias afroperuanas que viven de la agricultura. Se puede decir que los personajes no han tenido acceso a la educación pues, por ejemplo, en el cuento “¡Miera!” Andrés deja claro que es una persona analfabeta, sin embargo su hija Patora sí podía leer y escribir. Los cuentos de Gálvez Ronceros se centran en el día a día y los pesares del campesino afroperuano, son cuentos claramente realistas y costumbristas. Por otro lado, tienen una cuota de picardía y humor distintiva. Por ejemplo en “Jutito”, el personaje insulta a su padrino sin remordimiento y luego huye del castigo de su padre astutamente. Además, la extensión de los cuentos demuestra la habilidad del autor de contar una historia completa en tan pocas líneas.
Gálvez Ronceros es autor de los famosos libros de cuentos Los ermitaños (1962) y Monólogo de las tinieblas (1975). En estos cuentos el autor se centra en el universo afroperuano, sus costumbres y la cultura en sí. Él recrea personajes de su vida en Chincha, y dice que el ingrediente principal de sus cuentos está en esas personas, su manera de hablar y el ambiente. Posteriormente, el autor evoluciona a un nuevo escenario en Historia para reunir hombres (1988) y Cuadernos de agravios y lamentaciones (2003). Las historias pasan del campo a la ciudad y el lenguaje no es el descrito previamente.
El hombre afroperuano ha sido incluido en la literatura como un personaje secundario, víctima de abusos y prejuicios raciales. Poco a poco la literatura afroperuana ha podido librarse de esa imagen y sumergirse en la cultura y las costumbres de los afrodescendientes. Los autores de esta vertiente comparten elementos en común, como ya se mencionó antes, el ritmo y la picardía. Además, incluyen un elemento de crítica por el cual denuncian los prejuicios y abusos sufridos para recuperar la dignidad de la cultura afroperuana. Esto se ve plasmado en el cuento “¡Miera!”, cuando Andrés se queja de que el caporal Baldasúa estaba hablando mal de él. Al no aguantar más los abusos, decide entonces escribirle una carta reclamándole lo ocurrido. En su vocabulario, logra explayar su queja con la ayuda de su hija Patora.
A mi parecer, esta vertiente de la literatura peruana es muy rica, entretenida e interesante. Nunca antes había leído un cuento que se centre en las costumbres de los afrodescendientes. El autor que leímos la novena semana logra recrear estas situaciones perfecta y concisamente. Los cuentos leídos me han permitido adentrarme más en esta literatura y me gustaría conocer aún más de ella.