El cuento “El carbunclo azul” pertenece la corriente policiaca y nos muestra a un Sherlock Holmes en la búsqueda de una preciosa piedra alojada en el buche de un ganso. El razonamiento y la lógica aplicada, si bien es cuento, es de total mérito del autor, Sir Arthur Conan Doyle. En ese sentido, haber sido médico de profesión (1882-1890), muchas veces le permitió escudriñar en explicaciones fisiológicas o patológicas. Lo anterior podría guardar relación, por ejemplo, con la serie televisiva Dr. House. En ella se aprecia a un Holmes moderno —aunque con una personalidad opuesta— que sigue la misma metodología para encontrar la verdad.
Luego de leer algunos cuentos de Conan Doyle por vez primera, es posible adelantar que Holmes será capaz de resolver los enredos que se le presentan. Sin embargo, el autor tiene la excelsa capacidad de hacer que, mientras el personaje lleva acabo su investigación y se descubren nuevos elementos, el final siempre es sorprendente y solo con su explicación minuciosa el lector también llega a la misma conclusión.
El personaje de Sherlock Holmes aportó al género policiaco una metodología de análisis sustentada enteramente en la deducción, con el fin de eliminar —y, al menos en sus cuentos lo logra— cualquier forma de azar. Para alcanzar tal fin, Holmes está dotado de una gran agudeza psicológica que le permite adentrarse en la personalidad de cualquier criminal. Por otro lado, el personaje de Watson, amigo y ayudante en sus investigaciones, aporta la cuota de incredulidad y perplejidad de una persona promedio que goza y queda estupefacta ante el increíble encadenamiento de las deducciones lógicas que escapan del sentido común.
Es posible apreciar que al ser Holmes un investigador auxiliar (que ayuda en las investigadores de Scotland Yard y la policía), el autor critica las maneras desfasadas y poco efectivas de investigación de la policía de la época. Por tanto, un aporte práctico podría llegar ser el incentivar a las instituciones de investigación a basar su análisis en la lógica y deducción de los hechos circundantes al caso. Estas técnicas ya son usadas por las policías modernas y también se aprecian en series policiales como White Collar, CSI, NCIS, etc.
El cuento “El carbunclo azul” se desarrolla en una Londres de fines de 1800, en días próximos a las festividades de Navidad. Consta de una primera parte en la que se relata la historia del delito y una segunda donde se detalla la historia de la investigación. En ambas partes resulta sencillo mantener la atención e ilación de la historia porque la explicación detallada del razonamiento acompaña al lector y resulta sencillo incluso replicarla. De alguna manera, los lectores se vuelven —al menos, mientas leen— investigadores dotados de gran capacidad analítica. Precisamente esta característica convierte a este género literario en mi favorito. ¿Quién no ha deseado alguna vez convertir los enigmas más difíciles en simples y sencillas preguntas?
El cuento inicia cuando un recadero le lleva a Holmes un ganso y un sombrero que encontró luego de que los perdiera un borracho al intentar huir del asalto de una pandilla. Luego descubre que en el buche lleva una joya que había sido reportada como robada en un hotel a la condesa de Morcar, crimen por el que había sido acusado un fontanero que trabajaba en la habitación de la condesa . Por lo tanto, para lograr capturar al verdadero ladrón, Holmes empieza a rastrear las evidencias detrás del sombrero y el ganso. En el camino se encontró por casualidad con el ladrón, quién se delató él mismo al no dejar de sudar pese al frío. Al final se declaró culpable cuando Holmes dejó claramente todo lo que sabía.