Verónica Mendo, “El ‘boom’ latinoamericano”

Dentro de todos los tipos de cuentos que hemos leído y analizado estos meses, los que más llamaron mi atención fueron los del boom latinoamericano. Es conocido que las obras más destacadas fueron en su mayoría experimentales, de marcado carácter político, debido a la situación general de América Latina en la década de 1960. Por otro lado, me gustó mucho este género dada la cercanía de sus relatos a la realidad actual de muchos países latinoamericanos, sobre todo aquellos relacionados a las problemáticas sociales que aún acontecen en muchas zonas rurales.

El boom latinoamericano aparece a mediados del siglo XX con el liderazgo de importantes autores de la época, como el mexicano Carlos Fuentes, el colombiano Gabriel García Márquez, el peruano Mario Vargas Llosa y el argentino Julio Cortázar, quienes utilizan un estilo cuentístico que los caracteriza. Muchos indican que la causa de su éxito se debió a que sus obras fueron publicadas entre las primeras novelas de América Latina en Europa, inicialmente en Barcelona.

Aunque no la hayamos leído en este curso debido a su extensión, debo admitir que mi obra favorita es Cien años de soledad. En ella, Gabriel García Márquez plasma una mezcla entre lo fantástico y lo cotidiano, rompiendo barreras y convirtiéndolo en una nueva realidad, fuera de lo que estamos acostumbrados a leer, donde influye lo mítico, lo social, lo político, y otros asuntos. Esta obra es un drama basado en muchos personajes, que mezcla misterio, fantasía, alegría, milagros, dolor, lo que hace que se vuelva espectacular frente a los ojos del lector. Las descripciones son claras y te trasladan a la parte imaginaria de la época y es importante recalcar que describe claramente el surgimiento de un pueblo, de una civilización.

Por otro lado, “La muerte tiene permiso” de Edmundo Valadés tiene muchas características que la convierten en un cuento representativo del boom latinoamericano. Por ejemplo, resalta por su lenguaje, el cual es una característica de la literatura de esa época en México; además, la trama es acerca de la justicia, un tema controversial, donde el objetivo del autor es representar los temas principales de la Revolución mexicana y mostrar todas las problemáticas sociales de la época.

Esta obra captó mucho mi interés pues aún existen muchos pueblos o ciudades, en países latinoamericanos sobre todo, donde perdura esta agresión a la población, donde el gobierno aún no interactúa con ellos ni acciona sobre su forma, el nivel y calidad de vida (esto se puede ver en la obra donde es el mismo autor quien deja claro que los gobernantes no consideran a los campesinos como personas). Y esta población generalmente (siempre) es de condiciones de pobreza o extrema pobreza que no tiene cómo comunicar los abusos o el mal manejo del mando.

¿Y qué resultados hemos tenido? Por ejemplo, en Perú se han podido ver asesinatos de los mismos pobladores a sus representantes, ya sea alcaldes o familiares cercanos de estos: “Pobladores peruanos de la localidad de Ilave, en el departamento de Puno, secuestraron, golpearon y mataron a su alcalde, acusado de cometer irregularidades en su gestión”, hecho sucedido en el 2004 (fuentes de la Policía Nacional, corresponsal de RPP). Y es que ellos, tras estos conflictos sociales prefieren tomar la solución en sus manos y no esperar a que sus quejas lleguen al gobierno y sean sancionadas por este. Debido a esto es que surgen las llamadas “Rondas Campesinas”, tipo de organización comunal de defensa que surgió de manera autónoma en las zonas rurales del Perú a mediados de los años 1970, como una respuesta a la carencia de protección estatal de los derechos de las personas.

Como comentamos en clase, sin necesidad de conocer fechas y lugares, esto se puede deducir al terminar de leer la obra, dado que se encuentra ambientada en la Revolución mexicana.

Finalmente, debo decir que el boom no solo fue bueno debido a la corriente literaria que creó en América Latina, sino que cambió la forma en que la cultura latinoamericana fue vista en todo el mundo, sobre todo porque algunos de ellos, como Gabriel García Márquez o nuestro peruano Mario Vargas Llosa, son los que mayor proyección internacional han tenido, siendo reconocidos con el Premio Nobel, lo que nos pone en los ojos del mundo. Asimismo, esto incentivó a que en nuestro país se hable más de literatura, incentivó a desarrollar la creatividad de muchos escritores.