Kathia Maynetto, «‘Sueños de robot’ de Isaac Asimov»

En el cuento “Sueños de Robot” de Isaac Asimov se tocan temas no tan futuristas ya que hoy en día muchas empresas ya emplean robots como parte de su mano de obra, pero más que todo para cosas muy mecánicas como acomodar cajas en almacenes o realizar actividades que no requieran algún tipo de comunicación directa con los seres humanos; solo se les programa para que practiquen la misma actividad siempre. Sin embargo, en el caso del cuento, Elvex, el robot, mantenía conversaciones con Susan y Linda, quienes eran las científicas del laboratorio de creación de seres como Elvex. De una manera aún subordinada, Elvex obedecía las órdenes de estas doctoras.

Al momento de crearlo le dejaron en claro las tres principales normas a seguir en su vida de robot. La primera era: “Un robot no debe dañar a un ser humano, o, por inacción, permitir que sufra daño un ser humano”; la segunda: “Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos excepto cuando dichas órdenes estén en conflicto con la primera ley”, y por último, la tercera ley: “Un robot debe proteger su propia existencia”. es decir, la creación de los robots tenía un fin y era el de proteger la permanencia de la humanidad y, si bien estas máquinas no tenían problemas en hacerlo, algo empezaba a cambiar en su naturaleza y era que, al momento de integrarlos, añadieron conocimientos nuevos que les permitían soñar y hasta tener sentimientos que no podían controlar.

Esta es la parte que más me atrae de este cuento, que los robots tengan esa similitud con los seres humanos, con la capacidad de pensar, sentir y hasta soñar. Estas son acciones que tal vez hoy en día vemos muy lejano que sucedan en nuestro mundo pero, ¿qué pasará cuando llegue ese momento? ¿Estaremos preparados y dispuestos a compartir nuestra vida cotidiana con seres como estos? La mejor manera de imaginar un estilo de vida así es a través de la película Yo robot, protagonizada por Will Smith, en la cual se ve un mundo futuro en donde los seres humanos y los robots trabajan juntos y viven a la par, siendo estos robots la principal fuente de mano de obra para los seres humanos. Sin embargo, no contaban con el hecho de que estos se volvían cada vez más hábiles y empezaban a priorizar la supervivencia de su especie robótica. Sus pensamientos iban más allá de solo ser un trabajador para los seres humanos, buscaban ser los protagonistas del mundo, reinar sobre nuestra existencia hasta llegar al punto de revertir los papeles, es decir, ser ellos los amos y los humanos los que obedecen órdenes.

Me pregunto ¿cuál sería el destino de nuestro mundo si nos viéramos traicionados e invadidos por los robots? ¿Realmente el ser humano puede llegar a confiar tanto en los robots hasta llegar al punto de no darse cuenta de que estos pueden tener malas intenciones? Personalmente creo que es una idea espantosa, es algo que logra asustarme al punto de ponerme la “piel de gallina”, ya que sería terrible que pasen de ser nuestro apoyo a nuestro enemigo. No imagino una guerra entre los humanos y los robots, la inteligencia humana no tiene límites pero, la de los robots, ¿los tiene? ¿Qué tan ingeniosos podrían ser para liquidarnos por completo?

Con este tipo de cuentos lo único que concluyo es que si bien el ser humano trabaja constantemente creando máquinas que le faciliten sus labores cotidianas, no debe permitir que los robots intenten incumplir las leyes impuestas en su creación, ya que más que una ayuda para la humanidad se estarían poniendo en riesgo las vidas y continuidad de las mismas. Es necesario considerar todos estos riesgos al momento de crear una nueva especie.