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Lyssete Bueno Murga

Schulich School of Business

Mi experiencia académica fue bastante enriquecedora. En general la enseñanza es similar a la UP pero puedo destacar algunas diferencias positivas. Por ejemplo, la participación era mucho mayor en las clases y los profesores buscaban constantemente que los alumnos participen dando ejemplos y respondiendo o haciendo preguntas. Dado que gran parte de los estudiantes eran internacionales, sus aportes eran mucho más interesantes ya que hacían referencia a negocios en otros países o empresas globales. Finalmente, las clases eran de 3 horas a la semana lo que nos permitía cubrir un tema por completo en una clase en incluso tener invitados, etc.

Los profesores fueron increíbles, en su mayoría expertos en sus respectivos campos. Nos compartían mucho de su experiencia en el campo laboral. Uno en particular traía invitados cada dos semanas relacionados al tema en clase lo que me pareció muy interesante. Los profesores también motivaban la aplicación de la teoría en la realidad. Por esto mismo, en dos de mis cursos los trabajos finales consistieron en asesorías a empresas.

También hubieron muchas oportunidades para adquirir más conocimiento sobre diversos temas, tanto en Schulich (facultad) como en York (Universidad). Participé de algunas charlas de temas que me interesaban así como talleres para desarrollar habilidades, entre otros.

Entre las similitudes con el sistema de enseñanza de la UP están que las calificaciones seguían una estructura casi idéntica a la UP (Final, Parcial y Nota de Trabajo), todos los cursos tenían trabajos grupales, el sistema de campus virtual era parecido a Blackboard (Canva) y que algunas evaluaciones eran virtuales (controles, por ejemplo).

Me hospedé en un Airbnb muy cerca a la Universidad (6 minutos caminando) que encontré buscando diversas opciones. Me gustaron las fotos y realmente no salí decepcionada. Era una casa donde se hospedaban estudiantes y otras personas jóvenes que trabajaban por la zona. Estaba muy bien equipada, el wifi funcionaba muy bien, tenía cuarto de lavandería y compartía un baño con otra chica. Mi host fue siempre muy amable aunque no estaba mucho tiempo en la casa. Todos nos llevábamos bien y no tuve ningún problema. En caso alguien quisiera el contacto, les puedo compartir los datos.

El programa en general fue muy lindo, el equipo de OAC (Open Arms Committee) nos llevó de paseo a conocer Downtown (museo, mercados locales, pista de hielo) y varias veces organizó actividades dentro de la universidad para juntarnos. También nos dieron sus contactos para que hablemos con ellos si necesitábamos saber algo respecto a la universidad o a la ciudad. Cada uno de nosotros fue asignado un buddy, pero por temas de horario no pude ver mucho al mío. A pesar de ello, fue súper buena gente conmigo y me cayó muy bien.

Toronto es muy ordenada, segura y limpia. El transporte público es bastante eficiente y si bien hubo algunos problemas ocasionales siempre se solucionaban rápido. Sí o sí es necesaria una Presto Card para poder movilizarse en el subway y los buses, pero lo bueno es que hay una estación justo al frente de Schulich por lo cual no tuve problema para recargar la tarjeta cuando lo necesité. Por la magnitud de la ciudad, los lugares no suelen estar cerca uno de otro por lo que conviene utilizar las diferentes formas de transporte público.

Lo más interesante para ver está en Downtown, más o menos a 40 minutos de la universidad en subway. Allí podrás encontrar infinidad de tiendas, restaurantes, museos, exhibiciones, shows, etc. En sí no hay muchos lugares turísticos, además de la Torre CN o el Acuario de Ripley pero siempre hay algo interesante para ver o conocer. A mi personalmente me gusta mucho el arte por lo cual visité galerías, museos y exposiciones.

Las personas en general son amables con los foráneos por lo cual no hay problema con pedir ayuda con las direcciones en calle. Siempre hubo alguien que me oriente si es que no encontraba un lugar en particular. Además, contaba con el beneficio de que Google Maps incluye una guía del transporte público con tiempo estimado de llegada.

El clima es bastante frío en invierno, aunque tuve la suerte de experimentar un invierno “extraño” donde la temperatura no descendió de -10°. Es importante siempre andar abrigado, con guantes y gorra. Además es posible que se necesiten botas especiales para la nieve. Todo esto lo puedes encontrar en cualquier centro comercial fácilmente. Todos los lugares al interior tienen calefacción y armario para los abrigos. Algo que vale la pena conocer es el “PATH” que es la red de tiendas y restaurantes subterráneas en el centro financiero. Es interesante y tiene mucho movimiento en horas pico. Es extensa por lo cual pueden utilizarla para movilizarse en el centro si el clima es muy frío.

En los fines de semana salía a conocer la ciudad. Como ya mencioné como me gusta mucho el arte solía ir con amigos a museos, galerías y exposiciones. Visité algunas atracciones como el zoológico de la ciudad, el Cinesphere, entre otros. En el año nuevo chino también aproveché para visitar Chinatown a ver algunas celebraciones. Pude visitar las cataratas del Niágara y las diversas atracciones que tiene la zona e incluso en el camino me hice amiga de dos chicas de Costa Rica.

Por otro lado, aproveché que en la universidad hay infinidad de actividades. Si salía de clases temprano podía ir a una charla o a una actividad de estudiantes. Participé de varios clubes y grupos que se juntaban para conversar, jugar y salir juntos. Uno de los más interesantes fue el International Café donde podías conocer otros estudiantes internacionales (pregrado) y de intercambio. Este grupo celebraba fiestas nacionales e internacionales, como el festival indio “Holi”. Hice muy buenos amigos y realmente fue genial compartir con ellos y conocer sobre sus países y culturas. Hay gran diversidad de nacionalidades en la universidad y es algo que me pareció increíble. No me sentía como extranjera en ningún momento. También asistí a algunos talleres interesantes, noches de innovación, talleres de sostenibilidad, a las “Paint Nights” donde pintábamos cuadros guiados por un artista, noches de juegos, etc. Disfruté mucho de todo lo que la universidad tenía que ofrecer en general para sus alumnos. Vale la pena destacar es que la Universidad tiene un servicio de transporte gratuito al “Village” (zona donde me hospedaba) que empieza a las 6 p.m. hasta la madrugada. Si en un día de semana me quedaba en la universidad hasta tarde por alguna actividad o regresaba de Downtown de noche a la estación que está en la universidad, podía tomar un bus que me dejaba a una cuadra de mi residencia.

Matrícula

Después de recibir la aceptación de Schulich los siguientes pasos son la matrícula en cursos y aplicar al “Housing” si deseas hospedarte en el campus. El proceso para matricularse en los cursos es bastante sencillo. Envían un formulario de Google en que el debes listar por prioridad los cursos que puedes llevar y luego te responden cuando ya puedes ver a cuáles entraste. A veces hay listas de espera si el curso es muy demandado. Durante las dos primeras semanas los alumnos pueden cambiarse de curso o sección por lo cual si no te agrada un curso, puedes cambiarte a otro a través del sistema.

Visa

Yo hice el trámite para la visa de manera independiente y no tuve mayor inconveniente. Como el periodo es menor a 6 meses, solo requieres una visa de “Visitante”. Se tramita a través de la página de la embajada y luego a través de la oficina de VFS Canadá (VFS también ofrece el servicio de hacer el trámite por ti). Primero se realiza una aplicación online donde solicitan información básica y algunos documentos como la carta de invitación de Schulich, escaneo de tu pasaporte y tickets de viaje si ya los compraste, entre otros. Hay algunos opcionales que también puedes incluir. Después, te citan para tomarte los datos biométricos. A partir de eso, son aproximadamente 20 días (varía según temporada, el periodo estimado se puede encontrar en la página de la embajada) hasta que te dan la respuesta. Después depende de la VFS en cuanto te entregan el pasaporte. La aplicación online tiene un costo de $100 canadienses.

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