Pamela SUAREZ LADINES

Participar de un intercambio estudiantil es una experiencia altamente recomendable pues te enriquece mucho en diversos ámbitos como persona. En el ámbito académico, por ejemplo, hay varios puntos que me gustaría señalar:

Cursos: Tuve la oportunidad de llevar cursos de grado de maestría sobre concentración en gestión de procesos, así también de gestión empresarial, en donde el 50% de los alumnos eran estudiantes regulares belgas y el otro 50% éramos alumnos de intercambio. En todos los casos, los contenidos desarrollados me permitieron complementar y reforzar lo aprendido en la UP.

Rescato bastante la importancia que le da la Universidad de Namur al aspecto cuantitativo; además de la enseñanza de metodologías nuevas en el ámbito empresarial (DMN para la gestión de procesos) y programas muy útiles (Signavio, SAS).

Docentes y metodología de enseñanza: Todos los profesores me parecieron excelentes, muchos de ellos con PhD, gran dominio del tema y experiencia profesional, además de un buen nivel de inglés. La metodología varía mucho dependiendo del profesor. Algunas clases fueron completamente teóricas y otras promovían la discusión de los alumnos (en grupos) a partir de papers asignados o casos Harvard.

Un aspecto común de todos los docentes y que me gustó bastante es cómo gestionan los tiempos: por cada 50 minutos de clase se daban 10 minutos de descanso, lo cual permitía transmitir la información eficientemente sin llegar a saturar al alumno.

Método de evaluación y calificación: En la mayoría de los cursos, las evaluaciones no son constantes, por lo que queda un poco de incertidumbre hasta el final del curso sobre cómo evalúa el docente, que de hecho es bastante rigurosa y exigente. No hay exámenes parciales, pero sí exámenes finales (mayormente escritos, en algunos casos orales) que pesan más del 60% de la nota final. A diferencia de la UP, el periodo de exámenes no dura una semana, sino un mes entero, por lo que la facultad organiza los horarios de forma tal que solo rindas un examen por día como máximo.

Infraestructura: Las instalaciones de la universidad son algo antiguas. Los salones son amplios y con calefacción. Si bien no cuentan con cubículos para realizar trabajos grupales, sí cuenta con una biblioteca grande en donde pude encontrar una gran variedad de literatura (principalmente en francés y también en inglés) y espacios personales muy buenos para estudiar.

Por otro lado, manejan un sistema muy parecido al Blackboard (Webcampus), en donde los docentes colocan las presentaciones de clase, avisos o cualquier otra información pertinente respecto al curso

Me alojé en la residencia del campus, el cual solicité al enviar el formulario de aplicación a la universidad. Tuve un dormitorio privado con una cama, escritorio, silla, estante, ropero y lavabo; y compartí ambientes como cocina y baño con 5 alumnos belgas. El servicio de luz, agua, calefacción e internet están incluidos en los 271 euros mensuales de alquiler; pero los servicios como lavandería y limpieza de ambientes comunes no están incluidos, por lo que esto último queda como responsabilidad de todos para mantenerlo en orden.

La asignación del cuarto en los diversos pisos de la residencia (kots) se basa según las preferencias que tengas respecto a los proyectos que los alumnos belgas desarrollan, sean proyectos culturales, de música, deporte, fotografía, ayuda social, jardinería, entre otros. En ese sentido, sí recomiendo ir con un nivel de francés suficiente como para poder comunicarte mejor con tus compañeros de piso e involucrarte en las actividades del proyecto.

Si bien la infraestructura de la residencia es antigua, su ubicación es buena en tanto tienes a menos de 5 min. la facultad, a 7 min. el centro de la ciudad y a 12 min. la estación de tren, todo caminando. Existen otras opciones en el sector privado, que pueden variar entre 350 a 500 euros mensuales. Puede ser un poco tedioso buscarlas si no manejas el idioma (francés), pero puedes encontrar opciones mucho más modernas y confortables.

La universidad no ofrece un programa como tal, pero sí designa a un alumno belga la responsabilidad de recibir a todos los alumnos de intercambio que llegan a la Universidad de Namur. El semestre que estuve fuimos alrededor de 40 personas, por lo que el “buddy” nos mantuvo en contacto por un grupo de Facebook, se pudo organizar algunas salidas a bares y paintball durante las semanas de integración, y posteriormente visitamos una ciudad fuera de Bélgica.

Namur es la capital de la región de Valonia (Bélgica), por lo que el idioma principal es el francés. Es una ciudad pequeña y geográficamente bien ubicada, ya que está a una hora de Bruselas y a una hora de los dos principales aeropuertos del país: Bruselas Zaventem y Chareloi (este último es muy conocido por los vuelos low cost).

En el centro pueden encontrarse diversas tiendas y un par de supermercados, que normalmente cierran antes de las 06:30 pm. Acostumbran a tener un día especial de mercado (sábados) y cierran las calles para dar espacio a diversos comerciantes. Se pueden comprar alimentos súper frescos y orgánicos. Los domingos descasan, por lo que casi todo está cerrado; pero siempre se pueden encontrar bares con una gran variedad de cervezas artesanales.

Tiene como principal atractivo turístico la Ciudadela (La Citadelle) y se puede disfrutar desde lo alto una vista muy bonita de la ciudad. En general, el ambiente es bastante tranquilo, excepto cuando celebran las Fiestas de Valonia (Fêtes de Wallonie), en donde “conmemoran la Revolución de Setiembre de 1830” y se abre paso a muchas actividades culturales, artísticas y gastronómicas.

En mi tiempo libre viajé con mis amigos del intercambio y de la UP. Pude conocer ciudades dentro y fuera del país pues, como mencioné anteriormente, Namur está súper bien ubicado y el transporte ferroviario belga cuesta menos de 6 euros por tramo. Además, en Europa existen muchos beneficios por ser estudiante, como descuentos en aerolíneas low cost con la ESN Card y tarifas exclusivas / entradas gratuitas a diversos atractivos turísticos.

Asimismo pude conocer y disfrutar de la gran cultura cervecera belga. En Namur hay muchos bares con diversos tipos de ambiente, desde los más tranquilos como “Le Chapitre” o “Le Temple”, otros temáticos como “Le Monde a l’Envers” o “Le Laboratoire”, con karaoke como “Piano Bar” y muchos más. Incluso uno de los kots de la residencia del campus, que promueve actividades culturales, tiene a cargo el bar “Nom de la Rose” y se pueden encontrar cervezas desde 2 euros.

En cuanto a las actividades universitarias, dado que los estudiantes belgas regresan a sus ciudades los sábados y domingos, estas se realizan durante la semana. Por ejemplo, algunos martes y jueves hay fiestas a cargo de los círculos de estudios, que si bien la música y el ambiente son completamente distintos a las fiestas UP, me pude divertir mucho con mis amigos.

Proceso de matrícula en la universidad anfitriona

El proceso de matrícula en la Universidad de Namur es muy sencillo, pues solo se presenta el acuerdo de estudios a la Coordinadora de la Facultad de la universidad anfitriona en la segunda semana de clases como máximo. Esto permite que el alumno pueda asistir libremente a las clases que desee en las primeras semanas y posteriormente decida los cursos que llevará. No existen inconvenientes en cuanto a los cupos por curso, dado que las aulas son lo suficientemente amplias como para cubrir las plazas de los alumnos interesados (sean estudiantes regulares o de intercambio).

Lo que sí recomiendo es mantener contacto con la Coordinadora un par de meses antes de iniciar clases, para así confirmar la disponibilidad de los cursos de interés en el semestre que se estudiará y evitar cruce de horarios.

Recomendaciones para la visa

 En cuanto a la visa, sugiero empezar el trámite apenas la Universidad de Namur envíe la Carta de Aceptación. La visa a requerir es de tipo “D”, válida para realizar estudios en Bélgica. En primera instancia, se solicita en la embajada los formatos y orientación respectiva en cuanto la documentación a presentar (formulario de solicitud de visa, prueba de medios, certificado médico, certificado de antecedentes policiales para uso en el exterior apostillado y traducido, pago de impuesto). El trámite y consolidación de lo anterior puede tomar un poco menos de un mes.

La presentación del expediente, junto con el pago de los derechos consulares, puede realizarse cualquier día dentro del horario establecido (sin previa cita). La embajada notificará la fecha de recojo del visado, que normalmente toma dos semanas. Finalmente al recoger el pasaporte visado, la embajada brinda las indicaciones para tramitar el carné de residencia belga, que debe realizarse durante las dos primeras semanas a la llegada a Namur.

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(semestre académico)