Jorge Eduardo Ramírez del Villar Olaechea

Estudiar en la Universidad de Amsterdam (UvA) resultó ser completamente diferente a lo que venía acostumbrado. En principio, la instrucción se dividía en clases teóricas y clases prácticas, al igual que en la UP, pero la manera en la que éstas se desarrollaban era muy distinta. Las clases teóricas se dictaban en ‘Lecture Halls’ enormes, con capacidad para 300-400 alumnos, y elaboraban principalmente en el ‘Textbook’ asignado al curso. El ‘Lecturer’ elaboraba en aquellos puntos que consideraba de mayor importancia y aterrizaba conceptos a la realidad holandesa, pero no añadía mucho valor adicional. Por otro lado, las clases prácticas eran del tamaño estándar UP y se remitían casi exclusivamente a los trabajos prácticos asignados. En éstas se daban las indicaciones y se debatían los resultados. Sólo algunas clases discutían preguntas de examen. Asimismo, los trabajos siempre eran en grupo, lo cual le permitía a uno conocer gente nueva.

Respecto a la carga de estudios, como los cursos se basaban en el libro era común que muchos alumnos no asistan a los ‘lectures’. Sin embargo, al repetir y subrayar los puntos más importantes del libro, éstas clases sí ayudaban a reforzar lo leído. Para mí, era muy importante leer cada semana para tener los conceptos frescos y no dejar todo para último momento. Sólo uno de mis cursos tuvo un examen parcial, el resto tenía solo un examen final que pesaba más del 60% de la nota. Esto incitaba al estudiante a dejar el estudio para último momento, pero por la extensión del libro y los artículos académicos asignados, esto no era recomendable. Los exámenes finales siempre fueron de opción múltiple (48 o 60 preguntas) y cubrían la totalidad del curso. Yo no tenía muchas horas de clases, pero sí me ocupaba bastante tiempo leyendo y preparando los trabajos. La universidad efectivamente transfiere la responsabilidad de los estudios al alumno, incrementando su independencia, pero demandando compromiso y madurez.

Cursé 4 cursos, dos por bloque: Strategic Management, Human Resource Management, Marketing y Corporate Social Responsibility. Todos eran cursos de administración; electivos desde mi punto de vista, ya que yo estudio economía. Los cursos no fueron tan interesantes como esperaba, principalmente porque eran relativamente básicos (de segundo año). La universidad ofrecía pocos cursos más avanzados y no permitía cursar cursos de maestría, así como cursos de otras facultades (por lo menos a priori desde la página web).

La universidad contaba con varios edificios dispersos a lo largo de Ámsterdam. El campus principal era el de Roeterseiland y el más moderno el de Science Park, pero había otros en el mismo centro de la ciudad. La infraestructura era buena, nueva y en el centro histórico, hermosa.

Por último, lo que sí fue alucinante fue el traslado. A pesar de las múltiples facultades, nunca me tomaba más de 20 minutos en bici para llegar. Esto me permitía aprovechar más el día, organizar mejor mis tiempos y disfrutar más de la ciudad.

Haciendo un balance, pondría como positivo la mayor independencia y tiempo libre (contrastada con las clases de la UP), la cercanía a la universidad y la socialización a partir de los trabajos prácticos. Como negativo pondría la facilidad de los cursos, la poca elegibilidad y la modalidad de evaluación (opción múltiple). Cabe destacar además que el nivel de inglés en los Países Bajos es impresionante; los cursos se dictaban exclusivamente en este idioma.

La experiencia personal del intercambio ha sido probablemente la más increíble de mi vida. El ser independiente en una ciudad tan diferente pero que a la vez ofrece tanto ha hecho indudablemente que crezca como persona.

En cuanto al alojamiento, me quedé en Eerste Ringdijkstraat, muy cerca a la estación de Amstel, en Amsterdam Oost. Tenía un estudio en un edificio de Duwo, una empresa holandesa que ofrece student housings. Lo arrendé a través de la universidad, llenando un formato propuesto por la UvA, especificando un rango de precios. Duwo luego se contactó conmigo y me ofreció varias opciones.

Reservé este estudio y de ahí arreglé los temas contractuales a través de la página de MyDuwo. Respecto de la ubicación, el lugar era ideal. Estando a 7 minutos caminando de la estación de Amstel (que tenía Tren, Metro, Tram y Bus) podía llegar a cualquier parte del país con facilidad. Asimismo, estaba muy cerca del centro de la ciudad en bici, a solo 20 minutos. En infraestructura, el estudio contaba con su propio baño y cocina, lo cual era muy conveniente; pero el edificio no tenía área común lo cual limitaba el contacto con los vecinos.

Sobre actividades de socialización por parte de la universidad, hago énfasis en dos: el Buddy Program y el Introduction Week; el primero muy malo, el segundo muy bueno. El Buddy Program arrancó mal desde el comienzo, hubo escasez de buddies holandeses. Como yo me matriculé en ambos programas, fui puesto en lista de espera para el Buddy Program y finalmente me acoplaron junto a otras siete personas con un chico Armenio que estudiaba en la UvA, cuando normalmente los grupos eran de cinco. El buddy era bastante buena gente pero nunca demostró iniciativa. En un punto me comentó que lo hizo simplemente para suplir la demanda adicional como favor. El programa consistía de tres actividades. Yo solo participé en la primera porque no satisfizo mis expectativas y preferí hacer otra actividad con el grupo de amigos que ya había formado. Fue precisamente en la semana de introducción donde los había conocido. Esta tomó lugar dos semanas antes de que empezaran las clases y la verdad es que fue excelente. Las actividades estaban muy bien estructuradas pero no tenían como fin el desarrollo de la actividad, sino proporcionar un espacio o una excusa para conocer gente nueva. Ellas se desarrollaban entre grupos pero al final de cada día todos los grupos se juntaban para fiestear. Aquí hice amistades que me durarían todo el intercambio.

En cuanto a la ciudad, no se puede pedir mucho más que Amsterdam. La capital de la provincia de Noord Holland y de los Países Bajos es emocionante, asombrosa y hermosa. Entre sus edificios pintorescos de techo a dos aguas, e infinidad de canales uno encuentra un sinfín de cultura, tradición y actividades por hacer. Desde decenas de museos hasta cervecerías tradicionales y festivales de música, Amsterdam es incapaz de aburrirlo a uno. Mi actividad favorita era ir a un bar típico con mis amigos y ordenar alguna cerveza artesanal: mi preferida, la Brouwerij’t Ij Zatte. Cuando sale el sol, el clima es lo único malo de la ciudad (y de los Países Bajos en general), uno puede apreciar lo bella que es la arquitectura de la ciudad. Recomiendo visitar el Amsterdam Lookout en Noord para tener una vista completa de la ciudad (¡incluso se llega a ver la torre del aeropuerto de Schiphol!). Amsterdam, siendo ciudad capital es más cara que el resto de ciudades en los Países Bajos, pero tiene muchísimo más que ofrecer.

Finalmente, en cuanto a logística, Amsterdam tiene varios barrios, cada uno con un aire diferente que vale la pena conocer. Está el centro histórico, siempre plagado de turistas recorriendo los canales, el Dam Square y las calles del barrio rojo. De ahí está Noord, NDSM, Oostelijke Eilanden, De Plantage (donde está la universidad), Oost (donde vivía yo), De Pijp, Oud Zuid, Oud West, Bos en Lommer y Wester Park. Vale la pena revisar la página de Iamsterdam. La ciudad está conectada bajo un eficiente pero caro sistema de transporte público que incluye metro, tren, buses y tranvía. El pasaje promedio cuesta 1.70 euros si compras un OV Chipkaart recargable (este cuesta 7.50), sino es 2.90 euros. Por otro lado, hay varias tiendas para bicicletas de segunda mano y los precios de éstas oscilan entre 80 y 200 euros dependiendo de la calidad. La mayoría ofrecen garantía. También es posible comprar bicicletas a través de Marktplaats.nl. Aquí los precios van desde 30 hasta 100 euros pero no hay garantía. Yo vendí la mía ahí. Por último, es posible alquilar la bicicleta a 25 euros al mes.

El proceso de matrícula en la Universidad de Ámsterdam es relativamente sencillo pero bastante apurado. Después del proceso interno de selección en la UP, la UvA manda un correo de aceptación en el cual especifica que se mandarán correos adicionales para ver los temas de migración y acomodación (housing), así como otros temas de interés, como información sobre la facultad, cursos, estadía, etc. Una vez recibidos estos (cada uno de manera individual), se deben llenar aplicaciones digitales a través de myinfo.

El proceso migratorio, La UvA lo realiza en tu nombre, con la IND holandesa. Para ello, es necesario enviar escaneos del pasaporte completo, certificado de seguro internacional, prueba de financiamiento, y no antecedentes penales, así como un pago vía DHL, por costos de tramitación. La UvA luego envía esta información a la IND con su aval para los procesos de aceptación del visado de entrada y posterior carné de residencia. Este proceso toma bastante tiempo (hasta 3 semanas), y al culminar produce un código único de aceptación con el cual se procede a sacar una cita en la embajada holandesa para finalizar el trámite con la emisión de estos documentos. Aparentemente el código es necesario para sacar la cita; en realidad parece no ser indispensable (considere hacerlo si está muy justo con el tiempo).

Moneda:           euros €

                                      N° de meses:              5 (Semestre académico)