Florencia Montalbetti

El método de enseñanza en Maastricht era totalmente distinto que en la UP. Usan la metodología “Problem Based Learning”, lo que significa que todas las clases son discusiones en base a casos aplicados a la teoría. Los alumnos dirigen las clases y los tutores funcionan como “facilitadores”, solo hacen preguntas para guiar el aprendizaje y permiten a cada persona. Antes de cada clase, debíamos leer aproximadamente 60 páginas y reflexionar sobre lo leído, para poder dominar la teoría y para tener la capacidad de discutir en clase sobre el tema del día. La participación era muy importante para el promedio de la clase. Además, había trabajos en grupo y exposiciones.

Lo que más me gustó de esta metodología es que el hecho de leer, reflexionar antes de la clase y luego discutir los temas con el salón te permitía interiorizar los temas de la clase muchísimo más que cuando solo estas en un salón escuchando al profesor. También era interesante que los alumnos de Maastricht eran mucho más participativos y colaboradores en la clase que los alumnos de la UP, eso te motivaba a participar más y creaba un ambiente que promovía el aprendizaje. Por último, como depende de ti prepararte antes de cada clase para poder aprender, le dan la libertad al alumno de decidir cuánto se esforzará. Sin embargo, esto puede ser negativo para personas que no saben cómo organizarse. Otro punto negativo, los exámenes incluyen muchísima información y pueden ser bastante memorísticos.

Me alojé en el Guesthouse en el edificio C, por recomendación de un amigo. Hice la reserva a través de maastrichthousing.com. Decidí compartir cuarto con una de las amigas con las que viajé. Era el mejor lugar para vivir en Maastricht porque la mayoría de los alumnos de intercambio vivía ahí, por eso era muy fácil hacer amigos y encontrar personas que estuvieran en la misma situación que tú. Te hacía sentir cómoda y permitía que te acostumbres con facilidad a vivir fuera de tu casa. Había un supermercado y gimnasio cerca. Lo único que era malo es que el servicio de limpieza no era muy eficiente y las cocinas y baños podían estar sucios.

No participé en el Buddy Program de Maastricht

La ciudad es linda y pequeña. Es una ciudad universitaria por lo que la mayoría de personas que ves en las calles son estudiantes como tú. Te sientes muy seguro porque es tranquila, puedes salir montando bicicleta solas a las 3am sintiendo que no te va a pasar nada. La mayoría de personas se movilizan en bicicleta porque las distancias son muy cortas, esto te permite ahorrar en transporte

Es fácil llegar a otras ciudades como Amsterdam, Eindhoven, Bruselas o Dusseldorf en tren.

En Maastricht lo que más hacía en nuestro tiempo libre era pasar tiempo con mis amigos, ir a un bar o la discoteca. Además, había un gimnasio a un minuto en bicicleta de donde vivía al que iba regularmente. La universidad también ofrece un gimnasio pero era lejos de donde vivía. También podía pasear en bicicleta por la ciudad o pasear por el centro.

La otra actividad que más ocupó mis tiempos libres fue viajar. Casi todos los fines de semana fui a países diferentes para conocer nuevos lugares y culturas diferentes. Creo que esta fue una de las partes más enriquecedoras de mi intercambio, porque me enseñó a organizar mi tiempo y dinero, y me permitió descubrir formas de vida distintas y paisajes espectaculares.

Maastricht no pide muchos requisitos, solo solicita tu certificado de notas y la copia de tu pasaporte.

Yo tengo pasaporte alemán, así que no necesité visa.