Esteban Nicolás Díaz Appiani

La experiencia académica fue bastante positiva. Mi universidad anfitriona tuvo fortalezas marcadas desde la primera semana de clases, pude experimentar un sistema de enseñanza bastante similar al de la UP.

En primer lugar, las clases eran altamente participativas: el clima era dinámico y había una cultura de involucración impregnada en los estudiantes; difícilmente las preguntas de los profesores no tenían respuesta. En segundo lugar, después de un intervalo de 2 o 3 semanas aproximadamente, los profesores llevaban un invitado a la clase a dar una charla informativa relacionada al curso o al área en el que el profesor era experto. Tuve el privilegio de poder conocer a trabajadores de todos los niveles de empresas importantes con sedes en Canadá, entre ellos Procter&Gamble. Todos los cursos que tomé llevaron invitados en más de una ocasión. En tercer lugar, ninguno de mis cursos tuvo parciales o finales – aunque algunos compañeros de intercambio sí llevaron cursos que tenían, en los sílabos brindados se puede ver con anticipación –, las notas estaban divididas entre participación y asistencia (entre 20% y 35%), trabajos grupales (entre 60% a 80%) e individuales (20% en solo un curso). Es importante venir preparado a trabajar en equipo y comunicarse constantemente con los miembros de los grupos, ya que la mayor parte de las calificaciones provenían de trabajos grupales.

No encontré puntos negativos marcados en un marco general. La única dificultad la tuve con un profesor que hacía referencias constantes a eventos ocurridos en Canadá con los que ninguno de los alumnos de intercambio estábamos familiarizados.

Es muy importante tener una mente abierta dentro de la universidad (y dentro de Canadá en general, Toronto no es diferente en absoluto), la sociedad canadiense es diferente a la peruana en el sentido de que la diversidad es un punto de orgullo importantísimo. La universidad es muy estricta sobre este tema y los estudiantes también.

En general, considero que aprendí bastante en mi tiempo en la universidad, como mencioné anteriormente, el sistema no es considerablemente diferente al de la UP y fue un privilegio poder haberme ido de intercambio a esa institución.

El alojamiento fue complicado para mí en específico porque decidí quedarme en la misma ciudad y no en el campus de la universidad. Sin embargo, una vez que un estudiante es aceptado por la institución, este recibe un ‘paquete de bienvenida’ a través de un correo electrónico. Dentro se pueden encontrar diversas páginas web e información acerca de alojamiento dentro y fuera del campus (además de mucha otra información útil en general sobre la vida en Canadá), recomendaría fuertemente usar las páginas brindadas ahí para buscar un lugar donde quedarse.

Debido a que no me alojé en el campus, no puedo brindar mucha información acerca de cómo era el hospedaje ahí, pero me guío de los testimonios de mis amigos de intercambio que sí se quedaron ahí. Por el lado negativo: en primer lugar, la gran mayoría se arrepintió de no haberse quedado en la ciudad, consideran que se vuelve un poco monótono vivir en el campus, ya que las actividades son limitadas. En segundo lugar, algunas residencias no se encontraban en excelente estado y los appliances, sobre todo las cocinas, no eran convenientes. Por el lado positivo: es mucho más fácil formar vínculos de amistad en el campus porque se vive muy cerca a todos e incluso convives con un roommate o roommates asignados por las residencias (probablemente también serán de intercambio). Además, llegar a la universidad es extremadamente sencillo e, incluso esté nevando, caminar hasta el edificio de Schulich no es para nada complicado. Finalmente, la diferencia de precios es considerable ya que es más barato quedarse en el campus, incluso hay meal plans (algunas residencias te obligan a tomar el meal plan, tener eso en cuenta al momento de escoger un edificio/casa cercano al campus) para ahorrar o reducir el costo de comida.

En cuanto a vivir en la ciudad, considero que fue una experiencia completamente gratificante y genial. De la forma más imparcial posible, puedo decir que tomé la decisión correcta al no quedarme cerca al campus. Dentro de los puntos negativos: primero, llegar a la universidad toma bastante tiempo, dependiendo de cuánto demore el metro (a veces por la nieve te puedes demorar hasta 15 minutos más) y el bus (depende de cuántas paradas y bajadas tenga). Es normal que un viaje desde downtown hasta el edificio de Schulich tome aproximadamente una hora (Tomar en cuenta que cuando estuve en Toronto, la línea del metro se estaba expandiendo para llegar hasta la universidad de York, por lo que el tiempo de viaje a finales del 2017 debería reducirse a 40 minutos o menos). Segundo, conseguir un departamento o un lugar dónde vivir en la ciudad es mucho más difícil ya que no estás tratando con la universidad directamente, depende de ti buscar el lugar dónde vivir y el área. Es probable que varias aplicaciones sean rechazadas (en mi experiencia, la gente era reacia a rentar a estudiantes de intercambio o personas que no podían hacer una visita antes), por lo que sería bueno empezar a buscar con meses de anticipación al viaje. Tercero, es definitivamente más caro vivir en la ciudad, desde la renta (diferencia de 200 dólares canadienses por lo menos) hasta la comida (tú compras, tú cocinas). Recomiendo conseguir uno o dos roommates si vas a vivir en la ciudad ya que tus costos se reducen bastante. Dentro de los puntos positivos: Recibes la experiencia y responsabilidad de vivir solo completamente, ya que todo depende de ti (cocinar, lavar ropa, limpiar, comprar, entretenimiento, salidas), las reglas son más flexibles que en el campus y tienes mayor autonomía. Segundo, vivir en la ciudad te abre la puerta a un sinfín de actividades, tanto de día como de noche, tienes acceso a varios eventos, fiestas, clubes, grupos y actividades que se acomodan a lo que te guste hacer. Nunca te quedarás aburrido en tu departamento ya que es muy fácil conocer gente y salir a explorar la ciudad. Tercero, tienes acceso a prácticamente todo: bancos, hospitales, tiendas, supermercados, bares, restaurantes, museos, metro, landmarks, distritos famosos, y mucho más.

Días previos al viaje me mandaron un correo con un cuestionario para que te asignen un buddy de la universidad durante tu estadía en Canadá. Schulich tiene un ‘Open Arms Committee’ que se encarga de organizar actividades con todos los estudiantes de intercambio. Es un sistema muy bueno y siempre tienen algo que hacer o algún mini evento los fines de semana. Desafortunadamente, la mayoría de estos eventos se encontraban en el campus por lo que se me complicaba un poco asistir a todos ya que yo vivía en la ciudad. Sin embargo, las veces que sí podía ir la pasábamos genial, son gente muy abierta con experiencia de intercambio a otros países. El buddy program de York definitivamente es activo y se preocupan porque te sientas cómodo.

Toronto es una ciudad increíble, no solo es la ciudad más grande de Canadá, también es el hogar de muchísima gente inmigrante: el 50% de los habitantes de Toronto nació fuera de Canadá. La ciudad es como Nueva York pero mucho más organizada y segura. El metro te lleva a cualquier punto de la ciudad importante y los buses a lugares más remotos. Recomiendo usar tokens (3 dólares canadienses cada uno) para usar el metro y los buses, ya que el pase mensual no me pareció necesario. Caminar no es inusual, es fácil movilizarte caminando y los conductores respetan muchos a los transeúntes. Toronto es una de las ciudades más seguras del mundo, nunca observé alguna actividad sospechosa, siempre me sentí tranquilo caminando, incluso en la noche. Igual es importante usar el sentido común y tomar las precauciones necesarias en caso se necesite.

Hay ‘distritos’ que separan diversas actividades o sectores en la ciudad y siempre hay algo que hacer o visitar. Imposible perderse la CN Tower, Kensington Market, Yonge-Dundas Square, St. Lawrence Market, Distillery District, brunch en el Entertainment District, Bloor St (La 5^th Avenue de Toronto), Harbourfront, Toronto Islands, Hockey Hall of Fame, Rogers Centre, el acuario, la Galería de Arte de Ontario, pasearse por King y Queen St.. Actividad nocturna nunca falta, hay muchos bares geniales esparcidos por toda la ciudad y la mayoría de clubes se encuentra en el Entertainment District. Tomar en cuenta que solo se puede vender/consumir alcohol ‘hasta la 1 am’ (aunque hay excepciones/no siempre se impone).

Siempre hay algo que hacer y siempre encontrarás una actividad que te guste, por más rebuscada que sea. Quedé completamente enganchado con la ciudad y definitivamente volveré a visitarla, de verdad recomiendo mucho quedarse en la misma ciudad porque estás cerca a todas las actividades ofrecidas y a todos los puntos de visita.

Proceso de matrícula en la universidad anfitriona

El proceso fue sencillo. La universidad te manda un correo detallado con instrucciones para matricularte. Si es necesario, puedes comunicarte con la asesora de intercambio de la universidad para solicitar ayuda extra, pero no fue complicado en absoluto. No hay requisitos específicos, la universidad te brinda una lista con los cursos a los que puedes aplicar y tú escoges dependiendo de lo que quieres estudiar.

Recomendaciones para la visa

Puedes ir en visa de turista o de estudiante de corto plazo. El trámite se realiza en la oficina oficial en Miraflores a través de una institución privada (VFS Global). No debería demorar más de una semana. Es necesario presentar varios papeles que puedes encontrar en la página oficial de migraciones de Canadá o en la misma página de VFS Global. El costo total es de aproximadamente 700 soles, pero tomar en cuenta que la institución te asesora y hace todo el trámite por ti, por lo que el proceso no es complicado.

Moneda:          $USD

N° de meses:    4 (semestre académico)