César De Los Ríos

Mi experiencia académica durante mi intercambio en la Université Catholique de Louvain (UCL) en Louvain-la-Neuve, Bélgica, fue, a grandes rasgos, muy enriquecedora y definitivamente positiva. Si bien al inicio uno se sorprende por tantos cambios, como el hecho de que las clases son bastante impersonales (más de 100 personas por ambiente) y son más de un tipo “lectures” y de que la universidad no consta de un solo edificio, sino que se expande por toda la ciudad, uno llega a acostumbrarse. Siendo las clases impersonales, la metodología de estudio y enseñanza debe ser, evidentemente, distinta a las asociadas a la Universidad del Pacífico. Concretamente, en la mayoría de los cursos que llevé no hubo evaluaciones presenciales continuas (como, por ejemplo, las prácticas calificadas en la UP), sino que la nota se basaba más en trabajos virtuales, exposiciones y, sobre todo, en el examen final (como mínimo vale 60%, incluso para un curso valió 100% de la nota). Claramente, esto último implica que el alumno debe concentrar sus esfuerzos en el trabajo en casa, fuera de clase, dado también que cada curso consistía solamente de una asistencia presencial de 2 horas a la semana, a diferencia de los cursos que he llevado en la UP. En general, yo diría que la carga académica en la UCL fue un poco menor de la que yo estaba acostumbrado a seguir en la UP. Siguiendo la misma línea, considero que esto fue bastante positivo principalmente porque permitía una mayor interacción entre alumnos. ¿A qué me refiero con esto? Pues a que, ya que en general la evaluación aparte del examen final se concentraba en trabajos grupales continuos (verbigracia, en los cursos de Developing innovative venture, Innovation Management, Economics of Innovation y Corporate Social Responsibility), uno como alumno internacional debía reunirse constantemente con personas de distintas nacionalidades (en su mayoría, belgas) y considero que eso es sumamente enriquecedor para un alumno, sobre todo si este es extranjero, ya que es en ese tipo de reuniones que uno puede extraer más elementos de distintas culturas y conocer otras formas de pensar, lo cual puede llegar a ser más importante que el contenido del curso per se.

En cuanto al alojamiento, la cuestión es bastante simple: se debe estar atento al correo que envía la UCL (en mi caso este tuvo como asunto “LSM registration instructions for Fall term 2016-2017”) y llenar la forma en la siguiente página web: http://wwwsapprd.sipr.ucl.ac.be/re/demande_lln#. Ojo: aconsejo que esto se haga bastante rápido, pues conocí personas que no consiguieron alojamiento por parte de la universidad y tuvieron que alquilar uno privado, mucho más caro y con menos facilidades. Si, lamentablemente, le ocurriera esto a un alumno UP, lo recomendable sería llegar unos días antes a Louvain-la-Neuve, ir al Service des Logements (servicio de alojamientos) e inscribirse en la lista de espera, quizás alguna habitación se desocupa. Todo lo que acabo de mencionar debería estar bien explicado en el correo de la UCL. Por otro lado, lo más probable es que la universidad cite al alumno unos días antes del inicio de clases para darle indicaciones iniciales y la bienvenida; en consecuencia, será necesario que alquile una habitación a través de alguna plataforma externa como AirBnB hasta que le den su habitación UCL (en mi caso, debí alquilar la habitación externa por 2 noches). Otra opción es solicitar una habitación temporal en el Kot Erasmus (envían un correo), ya que resulta muchísimo más barato y así se logra conocer a más alumnos de intercambio.

No puedo decir mucho con respecto al Buddy Program, ya que, si bien se me asignó un buddy, no llegué a encontrarme con él, solamente me ayudó con dudas muy puntuales (cómo movilizarme del aeropuerto a la ciudad, por ejemplo). Sin un buddy, uno puede tomar como referencia la guía de supervivencia que la universidad envía por correo y no habrá absolutamente ningún problema.

La ciudad no es muy bonita en términos arquitectónicos, pero su origen es bastante curioso: fue construida a inicios de la década de 1970 a raíz de la separación de la Universidad Católica de Lovaina en la sede Flamenca (de habla holandesa), llamada Katholieke Universiteit Leuven (en Lovaina, región flamenca) y en la sede Valona (de habla francesa), llamada Université Catholique de Louvain. Es por ello que la ciudad es relativamente nueva y bastante pequeña, pues fue pensada para albergar a la universidad y sus potenciales estudiantes, aunque hoy en día se encuentra a personas mayores e incluso familias. Hay un lago, un enorme complejo deportivo cuya inscripción cuesta 30 euros, un centro comercial, etc. En general, es posible encontrar de todo en la misma ciudad, no hay necesidad de ir a Bruselas. Y, dado que es pequeña, los autos no circulan más que subterráneamente, así que el transporte es más que todo a pie o a bicicleta. Hay 3 pequeños distritos en la ciudad: Hocaille (cerca del complejo deportivo), Bruyères (cerca del lago) y Biereau.

A pesar de las reuniones grupales semanales, uno se encuentra con bastante tiempo libre. Además, considerando que las clases presenciales solo ocurren 2 horas a la semana, es posible armar un horario de tal modo que se dejen 1 o 2 días libres para viajar por Europa. Además, siempre hay un periodo antes de los exámenes, conocido como el Blocus, en el cual no hay clases y los estudiantes se dedican a estudiar intensamente (considerando el importante peso de los exámenes finales). Los fines de semana la ciudad está casi vacía, pues los estudiantes belgas regresan a las casas de sus padres, normalmente en otras localidades del país. Como mencioné previamente, uno puede viajar en su tiempo libre (movilizarse por Bélgica es súper barato: cualquier destino a máximo 6 euros en tren por ser menor de 26 años) o quedarse en la ciudad, que ofrece una serie de amenidades, como bares, bowling, cine, centro comercial, etc.

Antes que nada, es menester mencionar que, si bien la UP y la UCL solo te exigen hablar inglés para el intercambio, siempre es bueno saber al menos un poco del idioma del país al que estás yendo: en este caso, sería bueno llevar un curso básico de francés (de no tener ya el nivel básico), pues si bien la mayoría de estudiantes habla inglés y los cursos pueden ser sólo en inglés, la gente adulta no lo hace y podría haber problemas al hacer las compras o cortarse el pelo, por ejemplo.

En cuanto al proceso de matrícula en la UCL, debo decir que es bastante más sencillo que el de la UP: dada nuestra condición de estudiantes de intercambio, solo se debe llenar el acuerdo de estudios (o sus modificaciones si es que las hubiera) y entregárselo a la encargada de los “Incoming Exchange students” de la UCL. Hay un plazo de dos semanas desde el inicio de clases para hacer esto, lo que quiere decir que uno se puede meter a todas las clases que quiera (hay libre acceso) y luego decidir qué clases se le acomodan más o le gustaron más para incluirlas en el acuerdo de estudios. Ojo: en las primeras clases de cada curso siempre hay más gente de la que termina matriculándose, así que no es necesario preocuparse por conseguir o no un cupo. Lo que sí, es conveniente llegar un poco más temprano a las primeras clases para conseguir un asiento. Si se siguen las instrucciones generales de la universidad anfitriona, todo debería andar a la perfección.

En cuanto a la visa, el mejor consejo es hacer los trámites con un buen tiempo de anticipación. Se debe gestionar la visa tipo “D” (de estudiante), que tiene una validez de 1 año. Lo más difícil (o, mejor dicho, tedioso) del proceso es sacar un certificado de antecedentes policiales para uso en el extranjero, luego legalizarlo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, luego llevarlo donde algún traductor oficial (de español a francés u holandés) y luego llevar el documento traducido de nuevo al Ministerio de Relaciones Exteriores para la legalización de la traducción. Es trascendental llevar la carta de aceptación de la UCL a la Embajada de Bélgica y demostrar que tu garante tiene una solvencia suficiente (los montos exactos para determinar suficiencia aparecen en la página web de la Embajada). Ojo que si la suficiencia de la solvencia es dudosa, el proceso demora más pues se envía el expediente físicamente a Bruselas, así que se debe tomar esto en cuenta. Se debe sacar también un certificado médico (ir a la embajada para solicitar la lista de médicos admitidos por esta para este propósito).

En cuanto a costos, por derecho de trámite de legalización se cobran en la Embajada alrededor de 1100 soles, aparte de los 160 euros (es bastante más que eso por el tema de las comisiones internacionales, en mi caso salió 762 soles) que deben ser pagados vía transferencia bancaria internacional para realizar el trámite de visa. Luego, el certificado de antecedentes policiales cuesta alrededor de 133 soles, su legalización 64 soles (32 por página, 2 páginas) y el certificado médico 200 soles.

Por último, llegando a Louvain-la-Neuve, se debe ir a la municipalidad para solicitar el carné de residencia belga (es obligatorio). Primero, se pagan 6 euros y un policía va a verificar que vives en la dirección que indicaste en la forma y te da un documento, luego debes regresar con el documento que te dio el policía y pagar 22 euros. Finalmente, hay que esperar alrededor de 10 días y regresar por última vez a la oficina a recoger el carné. Es un proceso tedioso, pero hay enormes beneficios por poseer el carné: muchísimos descuentos en las atracciones de las principales ciudades europeas (París, Roma, etc.)