Jose Luis Cairo Bejarano

El balance en mi experiencia de intercambio sin duda alguna es positivo. Aprendes muchas cosas que en Perú no podrías aprender y simplemente aplazas un semestre tu salida al mundo laboral (si es que no convalidas muchos cursos durante el intercambio). Lo aprendido en la experiencia no se limita a lo acádemico; el reto de ir a vivir a un nuevo continente, en un país con un idioma que no dominas y con una cultura disitinta es sin duda un reto que te obliga a desarrollar nuevas capacidades.

Los aspectos positivos son una consecuencia de adaptarse a una nueva cultura. Lees y te rodeas de noticias del día a día que son muy distintas a las de tu país. Esto te permite observar la diversidad de temas cruciales en el mundo. Por ejemplo pude mirar desde un enfoque distinto los problemas políticos de las migraciones provenientes desde África y medio oriente hacia Europa. Y al hablar con compañeros y amigos provenientes de otros países también aprendrí qué les resulta diferente. Así tuve una mejor idea de lo verdaderamente variado que es el mundo y qué caraceriza a algunas culturas alrededor del mundo. Esos nuevos conocimientos te llevan a reconsiderar tus ideales y creencias, pues cuentas con más información para hacerlo.

Otro punto positivo en que aprendí a conocerme a mi mismo. Muchos de los que viajamos tuvimos que vivir solos por primera vez y sin duda nos hizo madurar. Destaco lo difícil que fue aprender a manejar un presupuesto. También pude percatarme que mi preparación académica era comparable con la de muchos países europeos y asiáticos, superior en algunos aspectos e inferior en otros. Pude notar que en otros países, la educación le da mayor importancia a los temas políticos y a las habilidades blandas.

Algunos puntos negativos tuvieron que ver con la cultura francesa. Si no hubiera sido por una organización que se encargó de darnos la bienvenida a los alumnos de intercambio y a relaizar contiuamente actividades con nosotros, habríamos tenido muy poco contacto con los estudiantes

Me hospedé en la residencia de la universidad. Estaba ubicada dentro del gran campus que tiene la universidad. Escogí esa opción porque la universidad me la ofreció desde el inicio y con todo la carga de trámites, fue un alivio. Sin embargo, habría preferído quedarme en la ciudad (a 45 minutos del campus) y no en el campus. En la residencia de la universidad hay dos opciones de cuartos: un cuarto personal con baño y cocina y otra modalidad en la que tienes tu cuarto y baño propio y una cocina compartida con 8 personas. La gran mayoría de los que se quedaban en la residencia eran alumnos internacionales.

El Buddy Program de EDHEC está a cargo de una organización de alumnos llamada Open Up. Ellos nos prepararon diversas actividades todas las semanas, desde salidas a la ciudad hasta viajes a otras ciudades.

La universidad se ubica en Robaix, es una pequeña ciudad períférica de Lille, una ciudad más grande. En Robaix, la oferta de servicios era limitida por lo que teníamos que ir hasta Lille muchas veces. Es por ello que recomiendo fuertemente quedarse en la ciudad y no en la universidad. Los alrededores de la universidad son muy bonitos, con muchas áreas verdes y buenos vecindarios alrededor. Lo negativo es que hay un colegio cerca y escuché de casos de robo por parte de alumnos de ese colegio, pues muchos de los estudiantes de EDHEC regresaban a la ciudad tomando el metro, pasando cerca del colegio a pie.

En la universidad nos recomendaban no caminar solos, especialmete de noche, en dirección al metro (a unos 20 minutos a pie) porque había pandillas por las cercanías del metro. Una vez cuando salía con unos amigos hacia la ciudad, nos encontramos con un grupo de jóvenes consumiendo drogas y buscando problemas. Tuvimos mala suerte, pues no suele ocurrir con frecuencia.

Durante mi tiempo libre iba al gimnasio, a la piscina  y jugaba partidos de fulbito con la gente de la residencia, pues el edificio deportivo me quedaban a pasos de distancia. Las instalaciones son muy buenas y no hay que pagar nada extra a la universidad. Incluso podíamos entrenar con la selección de la universidad. Lille contaba con una gran estación de trenes que te conectaba con las principales ciudades aledañas, por lo que viajar era muy conveniente.

Proceso de matrícula en la universidad anfitriona

Saber francés no es necesario, pues todas las clases son en inglés y el personal administrativo maneja bien el inglés. Si embargo, tener un conocimiento al menos básico del idioma te ayuda un montón. El personal de servicio de la universidad, la gente que atiende en los negocios y en general la mayoría de personas en la ciudad no maneja el inglés. Esto puede ser un gran obstáculo en muchas situaciones. Lo positivo de esto es que si quieres mejorar tu nivel de francés, es bastante fácil pues se puede practicar con frecuencia.

Recomendaciones para la visa

Obtener la visa francesa no fue complicado, comparado con la de otros países de Europa. Solo teníamos que tener con antelación los pasajes de ida y vuelta comprados, una constancia de dónde nos íbamos a alojar, un seguro que cubra el periodo de viaje y la carta de aceptación de la universidad. Si no estas seguro de la residencia, un airbnb por un periodos de semanas es suficiente. No necesité hacer ningún trámite extra estando en Francia. Los procedimientos a seguir se encuentran claramente en la página de la embajada.

                                  Moneda:          euros

N° de meses:    Enero-Mayo (5)