Santiago Chocano

Mi experiencia académica fue completamente distinta a lo que yo suponía antes de empezar el semestre en el extranjero. Mis expectativas iban dirigidas a dos puntos en específico: una visión distinta sobre temas y problemáticas actuales; y una metodología distinta de enseñanza. En ambos casos se podría decir que se cumplieron. Sin embargo, no fue de la manera que esperaba.

Me quedé sorprendido sobre la gran cantidad de puntos en común con las enseñanzas que he tenido en la UP. Sobre los lineamientos generales que uno tiene para tener éxito en los negocios por lo menos. Lo que sí recordaré siempre fue una visión de cooperación que obtuve de clases como Resolución de Conflictos y Economía y Psicología, tanto en la teoría que nos enseñaban como en las clases en sí. Una idea en particular que me fascino y ahora vi de nuevo en una clase de este ciclo fue el hecho de que la sociedad iría por un mejor camino si tenemos una visión de cooperación en lugar de competencia, dejar atrás la economía de “suma cero“.

La metodología por su parte si bien fue distinta a la Universidad del Pacifico, la mayor diferencia la vi en la intensidad. Algo que rescato de nuestra universidad es la costumbre a la presión que nos inculcan, en cambio en el extranjero los cursos fueron muy ligeros. Se tenía notas de participación constante pero era suficiente con los exámenes parciales y finales. La participación, es importante mencionar, que siempre agregaba valor y eso me gustó mucho. La gente que participaba normalmente lo hacia con una intensión genuina de aportar y eso enriquecía las clases.

Como comentario aparte algo que también considero como sumamente positivo era la infraestructura del campus. Era completamente inclusivo y contaba con cualquier necesidad que un alumno podría tener. En todos lados habían salas de estudio con máquinas dispensadoras, era de fácil entendimiento aunque no fuese local. Me sentía cómodo en las clases y fuera de ellas cuando estaba dentro de la universidad.

La experiencia en general fue muy buena, me sorprendió en aspectos que no esperaba y decepcionó en otros pero es imposible negar que la experiencia académica tanto por parte de profesores como compañeros fue muy interesante y enriquecedora.

En cuanto a mi experiencia personal, es algo de lo que nunca me voy a olvidar. Para empezar, la posibilidad de convivir con muchos alumnos de intercambio en un mismo lugar fue algo que siempre quise probar y nunca pude en Perú. La gente se unió mucho y terminó siendo casi como una familia.

Cambiando a hospedajes en general durante mis viajes en Europa, casi siempre pude encontrar hospedajes de buena calidad a un precio razonable, eso sí, siempre era importante hacer las cosas con anticipación. Si la fecha no era importante una semana bastaba. Normalmente encontraba buenas ofertas en Hostelworld y Booking, dos páginas para encontrar y comparar hospedajes.

El único punto negativo fue la falta de ayuda de mi Buddy. La verdad, esperé una experiencia de un verdadero checo. Sin embargo, sólo lo pude ver un par de veces. Todas las funciones que debió haber hecho mi Buddy las terminaron haciendo amigos míos y sus Buddys. Fue muy buena gente, sólo que no fue de verdadera ayuda y eso me dificultó las cosas al comienzo un poco.

La ciudad era hermosa de noche, toda iluminada hasta los lugares más recónditos. Había un sentimiento de seguridad al caminar por las calles, sea la hora que sea, por lo que sin duda caminábamos hasta que nos dolían las piernas.

Vivir en Praga fue una experiencia refrescante y alucinante. La ciudad parecía como salida de un cuento con un estilo claramente gótico. Habían castillos y puentes, era como un sueño. Si no estaba de viaje, solía caminar mucho por las estrechas calles de Praga o junto al río. Era fácil encontrar un buen café o un buen postre que comer lo que hacía más fácil quedarse afuera explorando. Ya sea con amigos o solo, la ciudad tenía sus formas de hipnotizarte para querer descubrir sus secretos. Me quedé impresionado con el espiritu navideño a pesar de ser una ciudad en donde predominan los ateos.

A manera general, como principal recomendación se tiene que hacer las cosas con tiempo. El proceso es muy simple y casi automatizado. Todos los lineamientos están en las paginas web de la universidad. La matricula consistía en aplicar a los cursos en una primera instancia, luego nos daban una segunda oportunidad de modificar y finalmente había una inscripción automatizada final. Para saber a que cursos meterte solo bastaba con ver el contenido de los cursos que estaba muy claro y de fácil acceso.

En cuanto a la visa, es muy importante empezar el trámite con por lo menos 3 meses de anticipación para poder estar tranquilo a la hora de irte y siempre cargar con copias de los documentos. Se necesita una visa de estudiante y el procedimiento está detallado en la página de la embajada checa como visa nacional. Es necesario en español y en checa (todo lo que haya escritos)

• Comprar el pasaje,
• Llenar el formulario presentado en la página web,
• Pasaporte válido por 3 meses mínimo después de fecha de regreso
• 2 fotos tamaño pasaporte
• Motivo de estadía: basta con la confirmación de estudio
• Alojamiento confirmado
• Seguro médico con mínima cobertura de 60, 000 euros
• Recursos confirmados de 6000 dólares mínimo
• Hacer un abono en el BBVA Continental de 100 dólares aprox
• Antecedentes penales: 52 soles