Julio Ramón Ribeyro, por Johnathan Huidobro

Julio Ramón Ribeyro Zúñiga (Lima, 31 de agosto de 1929 – Lima, 4 de diciembre de 1994). Elegi a este autor básicamente y de cajón, porque desde que leí su «Decálogo» sobre las caracteristicas que deberían tener los cuentos me llamó mucho la atención comprobar qué cuentos cumplían estos requisitos. No es que eso vaya a asegurar un buen cuento, pero sí tiene mucha concordancia para que pueda ser bueno cuento. Para que sea cuento tiene que cumplir la mayoría de esos requisitos: «La historia del cuento puede ser real o inventada. Si es real debe parecer inventada y si es inventada, real», «El cuento debe contar una historia. No hay cuento sin historia. El cuento se ha hecho para que el lector a su vez pueda contarlo», sobre todo para que puedas enganchar al lector y éste disfrute del cuento.

He leído que este autor es considerado ampliamente por los críticos literarios y el público lector como el más importante escritor de cuentos de la literatura peruana, como lo vi en el blog.

Con respecto a sus obras destaco y me gustan sus relatos breves, tambien cómo narra sobre el campesino que recién baja a la ciudad y la ve como un mounstro que se lo va a comer, como en «Gallinazos sin plumas» o «Tristes querellas en la vieja quinta». De aquí destaco las barriadas, «La palabra del mudo».

En sus relatos breves también muestra personajes no muy gratos para nuestra sociedad, «oscuros personajes» como pude leer en «Los huaqueros» sobre los saqueadores; se puede ver la corrupción. «La insignia» muestra personas que no tienen caminos fijados, metas de vida para sí mismas y solo viven por vivir, se podría decir. Se ve en estas obras el urbanismo, el realismo y la presencia indígena en nuestra sociedad que ha cambiado con el transcurso del tiempo, aunque hasta ahora se pueden ver casos de corrupción, y esto, para muchos de nosotros, en algun momento no ha sido ajeno. Es muy importante que todos debemos enterarnos y cambiar estos problemas como la consolidación de la democracia, el centralismo, la informalidad, la corrupción, la indiferencia, entre otros, para así poder mejorar cada vez como país y no solo sentirnos orgullosos de aquellas celebridades que traen algun premio, sino orgullosos de nosotros mismos por mejorar nuestro entorno.