“Un día de estos” de García Márquez, “El pozo y el péndulo” de Poe y “La insignia” de Ribeyro, por Luciana Hernández Pacheco

Luciana Hernández Pacheco participó en el club en el ciclo Verano 2012

El cuento “Un día de estos” de Gabriel García Márquez es la lectura que más me gustó porque me sorprendió que una lectura tan pequeña pueda tener tanto significado y tanta enseñanza, si bien al principio pensaba que la parte principal o la parte clave de la lectura estaba en la parte final de esta cuando el alcalde dice: “Me pasa la cuenta”; el dentista le pregunta: “¿A usted o al municipio?” y el alcalde responde: “Es la misma vaina”. Sin embargo, la parte principal del cuento se encontraba cuando el dentista le va extraer la muela al alcalde sin anestesia y le dice: ”Aquí nos paga veinte muertos, teniente”, ya que el dentista se estaría vengando de todos los abusos que se cometieron con ellos. Es por eso que utiliza la palabra “teniente” y no alcalde en ese momento, además de la corrupción y el robo que en casi todos, por no decir todos, los municipios y gobiernos se encuentran o existen, por eso es lo mismo decir que el alcalde o el municipio lo paga porque el alcalde siempre roba del municipio.

Otra lectura que me gustó bastante fue la de terror (que para mi más fue suspenso): “El pozo y el péndulo” de Edgar Allan Poe. Me gustó mucho porque me hizo recordar cosas que yo he sentido, como el pensar en la muerte, ese sentimiento que invade todo el cuerpo al pensar qué pasará cuando muera, a dónde me iré, si bien mi cuerpo desaparecerá con el tiempo, dónde se irá mi alma, lo que siento, si podré ver o no a mis familiares, si me quedaré en el viento observando todo o si simplemente soy como una máquina que se malogró y terminó su función y ya no vuelve a existir más. Muchas veces me he puesto ha pensar en eso y me ha dado mucho miedo y a la vez curiosidad de saber qué pasaría. Además, es sorprendente cómo uno se aferra a la vida a pesar de que en algún momento puede parecer ya no haber esperanzas, así como en el cuento, el personaje ya estaba sentenciado por la Inquisición, que fue tan salvaje, cuel y sanguinaria para matar, que uno piensa que de todas maneras iba a morir, que no había forma de que pudiera salvarse, sin embargo él se aferró a la vida e hizo varias cosas para que no lo mataran, luchó hasta el final por su vida contra alguien que era imposible vencer, la Inquisición, y en un momento hasta quienes pensó que eran sus enemigas, que lo matarían, que se lo iban a comer, las ratas, fueron quienes lo ayudaron mordiendo la soga que lo tenía amarrado y son ellas quienes le salvan la vida, ni él podía creer eso. En ese momento tiene un encuentro de sentimientos de que ya no se salvaba, de que había llegado su hora, luego de que las ratas no se lo comen, de que puede salir de eso y al final así es, porque termina la guerra y lo rescatan y el valor que tuvo valió la pena, el no rendirse, el luchar por su vida, aferrarse a ella, todo, absolutamente todo valió la pena.

La última lectura que fue más de mi agrado es “La insignia” de Ribeyro, porque lo he visto en muchos casos cercanos, donde avanzas en la vida y no sabes ni qué es lo que estás haciendo, muchos amigos que estudian y son buenos pero sin embargo no es lo que quieren y al final no le encuentran ningún sentido a eso, hasta personas con mucho dinero, pero vacías que no saben ni por qué están donde están, que ni siquiera disfrutan de lo que hacen y lo siguen haciendo porque es lo que les da fortuna, una buena posición social, pero no se sienten felices con eso; también me hizo recordar a los que se hacen llamar “pastores”, porque jalan a más personas a que los sigan y predican y hablan cosas bonitas, pero ni ellos saben lo que dicen, solo es un libreto estudiado y que saben que convence gente y que así más personas vendrán y los seguirán y, por ende, más plata recibirán cuando pidan las colaboraciones. Quizá no todos son iguales, pero después de ver en el periódico un anuncio de: “se necesita socio para que sea pastor y tendrá buen ingreso”, me sorprendió y a la vez me terminé de convencer de que en muchos casos estafan a las personas que por sus problemas y cosas que les pasan buscan refugiarse en algo y aferrarse a algo como ellos, y al final les terminan sacando bastante dinero. Quizá a las personas les ayuden y les hagan sentir mejor, pero el fin del “pastor” solo es ganar y no el bienestar emocional de sus seguidores.

Siento que cada lectura me ha ayudado para recordarme o enseñarme más de la realidad, del pasado y de lo que podría ser el futuro en muchos casos, si no tomamos conciencia y me gusta terminar el para-académico sintiendo que no solo fue leer y leer sino que aprendí y que tengo un compromiso tanto conmigo misma como con los demás.