“Anorexia y tijerita” de Alfredo Bryce Echenique, por Fiorella Fuentes

Fiorella Fuentes participó en el club en el ciclo Verano 2012

Elegí “Anorexia y tijerita” por los siguientes motivos: me encanta la forma de escribir de Bryce, me gustó muchísimo el cuento y me parece que tiene muchos aspectos interesantes para comentar como lo son la política, el poder, las relaciones, el amor, la infidelidad, la fe, la inocencia infantil, la anorexia, la sociedad y la discriminación; en fin, un poco de nuestra historia peruana.

En cuanto a las clases sociales y la discriminación, es interesante observar que el mismo autor se crió en una familia perteneciente a la oligarquía y sin embargo critica a la misma, lo cual se puede apreciar en su obra maestra Un mundo para Julius. Tanto en esa obra como en este cuento, el autor relata de manera muy crítica los aspectos que no le gustan de la alta sociedad. Uno de los muchos mensajes que quiere dar a entender con este cuento es que no hay por qué juzgar o discriminar, algo que él vio muchísimo cuando emergió la clase obrera y comenzó la centralización en Lima. El personaje que refleja esta actitud discriminadora es la esposa Raquel, por ejemplo cuando obligó a un hombre en el bus a que le “devolviera” su reloj, cuando en realidad no lo tenía en la muñeca porque se lo había olvidado en casa y no porque el hombre se lo había robado. Su esposo, Joaquín, desde un comienzo intuyó esto y por eso el autor escribe “Lo imaginaba llegando a su casa con una buena herida en el costado y despavorido. Había tratado de explicarle a Raquelita que podía tratarse de un hombre honrado volviendo de su trabajo. Nada. Era un tipo de la ínfima. Se lo imaginaba honrado y obrero y llegando a su casa sabe Dios dónde… Nada. Era un tipo de la ínfima.” Esto muestra claramente que todos, sin importar la clase social, podemos tener los mismos valores y que no hay por qué discriminar.

Me parece importante analizar a la esposa. Raquelita es una mujer que vive de apariencias y prejuicios. Aunque es pintada como inocente, débil y buena, también encierra un lado desagradable y está encasillada en sus propias creencias. Ella sabe que su matrimonio no está bien, pero no hace nada para demostrarlo y siempre quiere dar la mejor impresión frente a sus hijos. Su anorexia implica un complejo inconsciente de que no está satisfecha consigo misma, pero ni su esposo se atreve a hacer algo al respecto (tal vez porque ella es terca o porque a él realmente le tiene sin cuidado). También me llamó la atención que le reprochara a su esposo el hecho de que sude, algo como que “está prohibido sudar”, “en esta casa no se suda”, como si por ser de buena familia o tener dinero no fueran igual de seres humanos que el resto de nosotros.

Por otro lado, tenemos el aspecto de la fe que se manifiesta en la creencia irrevocable de Raquelita en la tijerita. Para Raquel este objeto heredado era su arma a la inmortalidad. Esto demuestra que muchas veces nos aferramos a objetos que nos hacen creer que tenemos más fortaleza o que podemos vencer más obstáculos. Es una especie de amuleto de la suerte.

La política y el poder es otro aspecto que vale la pena analizar. Joaquín, el protagonista, había sido ministro del Trabajo y estaba rodeado de buenas relaciones, en parte gracias al padre de su esposa. En la historia, Joaquín es víctima de un enredo con la prensa y logra salir de este gracias a su suegro. El mismo suegro le saca en cara que es gracias a él que ha salvado su pellejo y que es solo porque es el esposo de su hija. Bryce aquí hace notar algo muy popular en nuestro país, esos poderes pululantes que giran en torno a las relaciones en la alta sociedad. El que tiene buenas relaciones siempre se sale con la suya. Por eso existe tanta corrupción en nuestro país, lo cual es un tema para reflexionar.

“Anorexia y tijerita” es un cuento muy completo que encierra una gran moraleja y crítica al peruano y sus ideas y costumbres. Es un cuento que va desde los grandes problemas del país hasta los problemas más íntimos con los que conviven las familias día a día. Un cuento sincero y admirable, un cuento que vale la pena leer.